Hamilton-Vettel: batalla por ser el rey de la noche

El Mundial de F1 entra en su recta final con siete carreras por delante que deben ser un paseo para Hamilton hacia su sexta corona. La quinta con un Mercedes que llega a Singapur con todas las de ganar. Pese a las novedades introducidas por Ferrari en el morro de su monoplaza, los de rojo no llegan con el favoritismo que lo hicieron en Spa o Monza donde rubricaron dos triunfos para levantar una moral caída con la mala fortuna arrastrada durante todo el año.

Como mínimo la de un Leclerc que ha sido el hombre en Maranello. El nuevo líder ante un Vettel lejos de aquel nivel que lo vio ganar cuatro Mundiales de forma consecutiva. Si hay un circuito donde las cosas le han ido bien al de Heppenheim es Singapur donde ha triunfado en cuatro ocasiones. Eso sí, una de sus manchas negras en Ferrari quedó registrada en la noche asiática donde se encargó de autoeliminarse del Mundial de 2017 con un accidente en la salida que se llevó por delante a Räikkonen, su compañero, Verstappen y de rebote a Alonso.

Punto y a parte para Vettel 

El primer paso es reconocer los errores y en eso hay que alabar al piloto alemán. Vettel es consciente que no pasa por su mejor momento y así lo hizo saber a su llegada a Singapur: “Los dos últimos grandes premios no han sido muy positivas. El error de Monza, que me hizo perder la carrera en ese momento, es mi culpa. Siempre he sido el primero en admitirlo en el pasado. Creo que soy muy crítico conmigo mismo cuando pasan cosas así. No lo veo como un gran drama”, dijo el de Ferrari.

Su máximo rival será de nuevo un Hamilton que tampoco tiene un mal recuerdo de la noche de Singapur. En ella también venció en cuatro ocasiones y va a por la quinta que significaría la tercera consecutiva para el inglés. De ser así, Lewis confirmaría todavía más que el trono tiene su nombre escrito de nuevo y que una temporada más se quedará sin heredero. 

Más allá de los favoritos, las esperanzas del resto de la parrilla están puestas en los imprevistos que históricamente han caracterizado la prueba singapurense, donde el coche de seguridad no ha dejado de salir a pista ni un solo año.