Paseo de Hamilton en Austria y novena plaza para Carlos Sainz

Doblete de Mercedes en el Red Bull Ring.

Doblete de Mercedes en el Red Bull Ring. / EFE

Arnau Montserrat

Un paseo triunfal. Pocos más calificativos tiene la sublime carrera de Lewis Hamilton. Una victoria magistral, fácil, de las que le gustan al seis veces campeón del mundo. Sin batallas, solo él, sus manos de cirujano y 71 vueltas en solitario. Mercedes se llevó un doblete de Estiria con un Bottas que terminó segundo, con Verstappen completando el último escalón del podio. Sainz, con problemas, acabó noveno.

Poco tardó en llegar la polémica al Red Bull Ring. Tres curvas concretamente. Leclerc, en un error de los que no nos tiene acostumbrados a cometer, se pasó de frenada, se llevó por delante a Vettel, le arrancó el ala trasera y de paso se destrozó su fondo plano. El alemán duró en pista el tiempo que tardó en llegar al box y el monegasco cinco vueltas. Montan un circo y le salen los enanos. El coche no rinde y los pilotos están demasiado nerviosos.

Un rosco más grande que la superioridad de un Lewis Hamilton que a las primeras de cambio ya tenía un buen colchón al frente de la carrera con Verstappen. Tras el Safety Car, provocado por el incidente de Ferrari, Bottas y Albon pasaban a un Sainz que sí pudo mantener detrás a los dos Renault. La escudería del rombo pecó de permisiva y la batalla entre Ocon y Ricciardo favoreció al madrileño que se escapó.

De poco sirvió porque Mclaren arruinó la carrera a Carlos. Un error en la parada condenó al futuro piloto de Maranello que perdió tres plazas. Con Ricciardo, Stroll y Pérez. Sí. Los dos Racing Point volaban en seco después de ahogarse ayer en el agua. Pérez que salía decimoséptimo estaba ya en la sexta plaza y se iba a por un Ricciardo indefenso. Le arrancó las pegatinas. Como corre el 'Mercedes rosa'.

En la parte de arriba, Verstappen se protegía de un 'under cut' de Bottas pero no podía con el ritmo de un Hamilton que iba lanzado a su primer triunfo de la temporada. Sin ser ni la mitad de loca que la carrera de la semana pasada, Pérez era el gran animador de la fiesta. Vuelta rápida tras vuelta rápida acechaba la cuarta plaza de un Albon que ni se acerca al ritmo de su compañero, Max Verstappen.

Las malas noticias volvían de nuevo al box de Woking. A Sainz le reportaban problemas en la batería y tuvo que dejar pasar a su compañero, Lando Norris, cayendo así hasta la novena plaza. La cara de Zak Brown no era para tirar cohetes partiendo de la base de que Sainz salía tercero. Se podía hacer mucho más.

Al que también se le acumulaban los problemas era a Verstappen. Una parte de su ala delantera se desprendió y eso despertó de letargo a Bottas. Olió sangre y se tiró a por la segunda plaza. El holandés vendió cara su piel pero el finlandés se la llevó puesta tras dos intentos. Con el doblete de Mercedes cerrado, atrás buscaban la vuelta rápida. Sainz y Verstappen entraban a boxes para poner el blando e intentar llevarse el puntito extra. Se lo llevó el de Mclaren.

Todo el trabajo que había hecho Pérez se lo llevó por delante junto al toque con Albon. No lo pasó y vio como un increíble Norris pasaba a Ricciardo, Stroll y al propio piloto mexicano en la última curva para ser quinto. Entró a la vez que su compañero de equipo pero Checo finalmente terminó sexto.

El que cruzó la línea de meta sin hacer ruido, a una mano, sin competencia fue Lewis Hamilton. La 85ª de su carrera deportiva, a seis de Michael Schumacher, el piloto más laureado de la historia. Con este coche y este nivel de conducción, no descarten que lo alcance esta temporada. En victorias y en Mundiales. De momento Bottas sigue siendo líder del Mundial.