Hamilton da otro golpe psicológico a Ferrari y Vettel

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Hamilton voló bajo las luces de Singapur. / AFP

Arnau Montserrat

Hamilton está de dulce. Le sale todo y lo hace todo casi perfecto. ¿Circuito Ferrari? No para él. Lewis volvió a ganarles la partida a los de Maranello y sobretodo a Vettel que a medida que pasa el tiempo se le va poniendo la misma cara que al final de temporada pasada. Triste, superado por el de Mercedes. Además, el alemán no fue ni segundo ya que se la ha colado Max Vertsappen con un Red Bull que no estaba invitado a la fiesta y que al final ha sido protagonista. 

Lo de Mercedes en la Q1 les pudo costar más caro de lo que finalmente ha sido. Ni Hamilton ni Bottas sacaron todo el potencial del coche ni tampoco montaron las ruedas más blandas para tratar de hacer tan sólo un par de vueltas y volver al garaje, como sí hicieron los dos Ferrari y los dos Red Bull. Los de Brackley se quedaron a dos décimas de dejar a Hamilton fuera en la Q1 y Bottas tuvo que estar rodando sin parar los últimos seis minutos para asegurar su plaza en la Q2, algo muy poco visto durante todo el año. "Tenéis que escucharme más", se quejaba por radio Hamilton que ya les había avisado que con esos neumáticos no podía dar más.

El colmo de lo extraño se lo llevó Ferrari. Sabiendo lo que habían sufrido los dos Mercedes se la jugaron y fueron ellos los que montaron el neumático lila tanto a Kimi como a Vettel. El resultado fue el esperado. Mercedes y Red Bull en la cima de la tabla y los dos Ferrari sufriendo para pasar a la Q3. Kimi se cansó y dijo que estos neumáticos no eran suficientemente rápidos. Con Vettel décimo al borde del abismo y Räikkönen sin ni siquiera tiempo, Ferrari volvió a los hiperblandos.

Kimi se puso primero y Vettel pese a sufrir con el tráfico marcó el quinto mejor tiempo. La nota negativa fue para los españoles. Ni Alonso ni Sainz pudieron pasar a la Q3 y saldrán undécimo y duodécimo respectivamente. Podrán escoger neumático para la carrera de mañana.

La Q3 fue una de esas que Hamilton recordará. Ante las adversidades, el favoritismo de Ferrari, el inglés les tiene comida la moral a los de rojo y sobretodo a Vettel. Una vuelta para ver una y otra vez, impecable. Un 1.36.015 que es tres décimas más rápido que Verstappen, segundo y seis más que Vettel que no pudo pasar de la tercera posición. Una locura que dejó a Vettel con una cara de decepción palpable. Tiene a su principal rival en la primera posición, pero además a un Red Bull de por medio. La distancia en el Mundial es de 30 puntos y Vettel no puede permitir que vaya a más.