Hamilton se lleva un duelo de locos con Verstappen

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Todo el equipo esperó a Lewis en su entrada a meta. / EFE

Arnau Montserrat

Lewis Hamilton, séptimo de Hungría. Es otro de los nombres que se le puede atribuir a un piloto que no se cansa de ganar. Hoy se agarró a una genialidad de James Allison, estratega de Mercedes, para superar a Verstappen en un duelo de locos. Psicológico. Agónico. Lewis se tuvo que poner al nivel de locura de Max para derrotarlo y apuntarse su séptimo triunfo en el Hungaroring. La moneda le cayó de cara.

Tras la mala salida en Alemania, Verstappen tenía claro que las posibilidades de victoria pasaban por mantener el liderato pasada la primera curva. Así lo hizo. Ni patinada, ni falta de entrega de caballos. Hoy Max salió a la perfección y afortunadamente para él porque Hamilton salió incluso mejor. El inglés se emparejó con Bottas e incluso lo pasó en un exterior candidato a mejor adelantamiento del Gran Premio de Hungría. El finlandés se sorprendió tanto que también perdió la plaza con Leclerc, se tocó con su parte trasera y rompió el morro. Un desastre.

Tuvo que parar, irse al final de la parrilla e iniciar la operación remontada. Eso dejaba a Sainz, que pasó a Norris en la salida, en una quinta posición que ni es los mejores sueños aparecía en un circuito con tanta curva lenta. Donde más sufre Mclaren. La carrera se estabilizó por delante con un Verstappen que no lograba abrir hueco con Hamilton. Perro viejo, administró la distancia con el holandés para que no superara los dos segundos.

El de Red Bull pasó primero por boxes y en Mercedes trataron de hacerle un 'over cut' aprovechando la zona de tráfico en la que cayó el holandés. Max sin embargo defendió a la perfección la posición y Hamilton salió del box incluso más lejos que antes. Seis segundos por detrás que se pulverizaron en apenas tres vueltas. Lewis salió del box mentalizado a pasar a Max.

Lo tuvo cerca. Muy cerca. Pero se enfrentó al rey de los locos. Lo intentó por fuera, un nuevo exterior, en la curva 4 de Hungría que se pasa casi con el pie a fondo. El británico tampoco se queda corto de locura. Por un momento incluso puso el morro por delante pero el circuito no es ancho precisamente y tuvo que sacar el Mercedes fuera de la pista perdiendo toda opción. Una jugada que iba para obra de arte pero se quedó a medio hacer.

Aparecieron problemas de sobrecalentamiento en la flecha plateada de Hamilton que abrió hueco para tomar un respiro. Y cuando de nuevo estaba a un segundo del holandés, volantazo a su estrategia. Lo llamaron al box, le pusieron neumático medio con pista libre y se quedo a 21 segundos de Verstappen a 20 vueltas para el final: 'Hammer time'.

En Red Bull se quedaron blancos y sin tiempo de reacción. No pudieron meter a Max a tiempo para que volviera a salir por delante. No quedaba más remedio que aguantar en pista y cuidar el neumático. En Mercedes sabían que la goma del holandés iba a estar en las lonas en las últimas vueltas. No estaban tan locos.

Hamilton recortó, llegó y adelantó sin problemas. Con 5 vueltas de margen. Mercedes volvió a ganar para irse de vacaciones más líderes y dando un golpe sobre la mesa de un Verstappen que ya soñaba con reengancharse a la lucha por el título. Sombrero para James Allison. Incluso el cinco veces campeón del mundo le pidió perdón por radio por dudar de la decisión. 

Otro que dejó boquiabiertos a todos fue Carlos Sainz con una quinta plaza que sabe a gloria. Aguantó más de media carrera los ataques de Gasly con un Red Bull. Pasos de gigante en Woking.