La fiabilidad de Ferrari amarga la fiesta de la pole de Leclerc

Ni el día en que logran la 'pole position' pueden ser felices en Ferrari. Leclerc se exhibió en el Red Bull Ring para demostrar que está en la élite de los pilotos y que si el coche funciona puede batir a unos Mercedes apagados en Austria. Sin embargo, un problema de fiabilidad en el monoplaza de Vettel dejó sin doblete a los de Maranello que ya lo tocaban con la punta de los dedos. 

20 pilotos intentando marcar una vuelta rápida en un circuito de apenas un minuto ha dejado situaciones peligrosas a la par que mucha emoción en la tabla de tiempo. Las diferencias eran mínimas e incluso los Mercedes sufrieron para pasar el corte. La primera de las polémicas la protagonizaron Hamilton y Kimi Räikkonen cuando el cinco veces campeón del mundo estorbó al de Alfa Romeo en su vuelta. Una peineta del finés como regalo y una investigación que puede comprometer su posición final en la parrilla.

Ferrari metió miedo montando el compuesto medio mientras los demás hacían el más blando. Los de Maranello dominaron la Q1 y con tan solo un intento. En el muro de Brackley los nervios sí estaban presentes y es algo con lo que no han lidiado en los últimos tiempos. Bottas llegó a estar duodécimo y por radio le decían: "Rápido al box ya". Mercedes tuvo que gastar otro juego de neumáticos para evitar males mayores y lograron pasar.

Leclerc y Vettel volvieron a dominar en una Q2 donde Sainz hizo de escudero de Norris ayudándolo a pasar a la Q3 para volver al garaje y no hacer ningún intento. La penalización le obligó a no forzar pese a tener coche para meterse en el top diez. Sorprendieron los Alfa Romeo metiendo a los dos coches en Q3 y la decepción la marcó Renault, lejos de pasar el corte.

Los problemas surgieron entonces en el box de Ferrari. Un problema de motor en el monoplaza de Vettel lo dejó en el dique seco y le impidió salir a pista a luchar por una 'pole position' que se llevó de calle Leclerc. Un nivel sublime del monegasco que logró batir a los Mercedes para poner su segunda 'pole' en F1. Una fiesta incompleta pero que permite sonreír como mínimo a los del 'Cavallino Rampante'. Siempre les pasa alguna cosa.