Ferrari, prohibido volver a fallar

Vettel y Ferrari se la juegan esta temporada

Vettel y Ferrari se la juegan esta temporada / EFE

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Se han cumplido once años desde que Ferrari alzó la última Copa de constructores de Fórmula 1. El último título de un piloto de la escudería lo levantó Kimi Raikkonen en 2007, un cetro más por los errores de McLaren que por méritos de la Scuderia. Esta no es la mayor época de sequía en la historia del equipo italiano que entre 1979 (Scheckter) y 2000 (Schumacher) estuvieron 21 años sin ganar, pero la situación ya es insostenible. Existe la convicción de que Sebastian Vettel ha perdido dos grandes oportunidades en 2017 y 2018. La crisis es total.

La dirección del grupo Fiat ha decidido emprender una enésima revolución. Maurizio Arribavene, el director deportivo de Ferrari, ha dejado su lugar a Mattia Binotto, que era el director técnico. El segundo gran cambio que se ha introducido este año ha sido la marcha de  Raikkonen a Sauber, ocupando su puesto el joven Charles Leclerc, promocionado de la cantera y que tendrá como jefe de filas a Vettel. Después de un primer año prometedor, terminando 13º con Sauber, el monegasco, de 21 años, tiene ante sí un gran desafío.

Ferrari se la juega. No hay mayor margen para el error. Está prohibido volver a fallar. Además, existe el convencimiento de que los monoplazas de Maranello han tenido el mejor motor los dos últimos años, especialmente en 2018. John Elkann, nieto de Gianni Agnelli, que sustituyó como presidente a Marchionne tras su muerte en junio, agitó el corazón de la Scuderia.

Este invierno se ha trabajado duro en el diseño y fabricación de un coche en el que hay depositadas grandes esperanzas. Hay que acabar, a toda costa, con el dominio de Mercedes, que ha ganado los últimos cinco títulos, cuatro de ellos de Hamilton. El objetivo de Mattia Binotto y de su remodelada estructura no solo es dotar a sus pilotos de un coche competitivo, que ya lo han tenido los últimos años, sino que no haya fallos.

El objetivo es erradicar los errores, ya sea técnicos como de fiabilidad, pero también dotar a los pilotos de la confianza necesaria para que tampoco fallen. Sebastian Vettel, al respecto, está en boca de todos. Sus errores costaron muchos puntos el año pasado en los momentos decisivos del campeonato. Este año se la juega, ya que el alemán, que ha visto como se abríaos del campeonato. Este año se la juega, ya que el alemán, que ha visto como se abría la veda de las críticas, está en el ojo del huracán.

Y la sombra de Alonso amenaza a Vettel

En Italia echan en falta a Fernando Alonso. El Autosprint abría esta semana con su extraordinario triunfo en Daytona y muchos se preguntan por qué se fue de la Scuderia y si podría volver a vestir de rojo en el 2020.

Flavio Briatore, muy popular en el país transalpino, tiene claro que "Fernando hubiese ganado el último Mundial con Ferrari, sin duda. Hamilton también falla bajo presión y no la tuvo en las carreras cruciales por uno u otro motivo. Ya ganamos el título con un coche inferior como era el Renault, con menos prestaciones, superando a McLaren y Ferrari, que eran mejores. Cuando había que ser segundos o terceros, lo hacíamos; pero cuando había que ganar, también. Fernando cuando tiene un coche para ser quinto como mínimo es quinto o para ser tercero es tercero y para ganar siempre te ganará, no comete errores que han cometido otros pilotos".

Luca di Montezemolo, el que fue presidente de Ferrari, ha apuntado recientemente que "Fernando es un gran piloto. Con frecuencia tenía dificultades para ser también un hombre de equipo, pero junto con Schumacher y Lauda fue el más fuerte de la historia de Ferrari. Tengo buenos recuerdos de él en Maranello, no tiene un carácter fácil, pero siempre lo ha dado todo. Sólo lamento que en 2010 y 2012 no lograra ganar el Mundial dpese a luchar hasta el final".