Las claves del éxito de Nico Rosberg

Nico, de espaldas, eufórico tras el éxito

Nico, de espaldas, eufórico tras el éxito / afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Ser piloto y apellidarse Rosberg tiene sus pros y contras. A Nico, nacido en Alemania hace 31 años, le sirvió de lanzadera en las copas de promoción y seguramente también le abrió las puertas de la Fórmula 1 y del equipo Williams en 2006. Eso sí, el talentoso hijo del bigote más famoso de la F1, el campeón Keke Rosberg, ya había dado muestras de su talento proclamándose campeón de la Fórmula BMW (2002) y de GP2 (2005).

Después de 11 temporadas en F1, el alemán ha alcanzado el sueño de su infancia. No lo ha tenido fácil y el rival al que se ha enfrentado aumenta, si cabe, el valor de su éxito. La temporada ha estado tremendamente igualada entre ambos, tanto en calificación como en carrera y se ha decidido por los pequeños detalles y una pizca de suerte, una fortuna que después de sonreirle los últimos años esta vez le ha dado la espalda a Lewis Hamilton.

Los altibajos de Hamilton

Lewis Hamilton ha tenido un año con muchos altibajos. Sin embargo, gran parte de esta ‘montaña rusa’ que ha sido su 2016 ha estado provocada por la fiabilidad. El piloto inglés tuvo que remontar el déficit de puntos de principio de temporada tras los fallos en el ERS en China y Rusia. Hamilton volvió a salir último en el GP de Bélgica, donde llegó líder del campeonato tras remontar en las carreras previas al paréntesis estival. Tras perder el liderato de nuevo contra Rosberg por una mala salida en el GP de Italia y una mala carrera en Singapur, Lewis llegó a Malasia determinado a ganar el campeonato. El inglés, sin embargo, rompió el motor a diez vueltas del final cuando era líder, un lastre que ya no ha podido recuperar. La fiabilidad no ha sido, precisamente, su principal aliada.

La fortaleza mental del nuevo campeón

El mayor logro del nuevo campeón es haber resistido durante la temporada a los ataques de Lewis Hamilton, dentro y fuera de la pista. No solo en la última carrera, que fueron evidentes, sino durante todo el campeonato. Rosberg se ha hecho mayor y su fortaleza ha marcado las diferencias porque no se ha venido abajo. Para valorar el éxito de un deportista hay que ponderar la calidad del rival que ha tenido enfrente y él se ha enfrentado a un portento. Hamilton es más rápido, probablemente más talentoso y con un carácter más fuerte que Nico, pero éste no se ha dejado amilanar por un contrincante que ya tenía tres títulos y quería el cuarto a toda costa. Rosberg ha merecido este éxito en la temporada más larga de la historia, con 21 grandes premios.

Ha crecido dentro de la estructura del equipo

Las críticas que ha vertido Lewis Hamilton hacia Mercedes por los problemas de fiabilidad, gestión de las carreras, la estructura del equipo y la forma como desobedeció las órdenes de equipo han abierto una brecha entre el inglés y la dirección del equipo alemán, que para muchos puede ser un punto de no retorno. Nico Rosberg, por el contrario, al que se considera un hombre de equipo, es mucho más dócil con sus superiores y públicamente acata las órdenes sin rechistar. Sus prestaciones en la pista, unido a su carácter, personalidad y forma de ser, han hecho que su persona subiera enteros dentro de la escudería que tiene la sede en Brackley, Inglaterra. 

Estabilidad: dos años más de contrato

En la temporada de Nico Rosberg ha habido un antes y un después. Hamilton dominó con autoridad la primera parte del campeonato –pese a perder las cuatro primeras carreras- y llegó como flamante líder al paréntesis estival. En ese momento se debatía internamente el futuro de Nico, que pedía un suculento aumento en sus condiciones económicas y un contrato de larga duración. El alemán contrató los servicios de Gerhard Berger para que mediara ante Toto Wolff y al final se alcanzó un acuerdo por otros dos años, hasta finales de 2018. Ese dato, cuando llegó a tener la puerta abierta para un cambio de aires, le dio confianza y tranquilidad para afrontar la segunda parte del Mundial, en la que ha estado brillante..

Serio y con un entorno muy tranquilo

Mientras a Lewis Hamilton le van los viajes y las fiestas, codearse con la jet-set, asistir a conciertos y vivir de extravagancias, Nico Rosberg es justo todo lo contrario. Está casado con Vivian Sibold, una empresaria alemana de éxito que le acompaña en la mayoría de carreras y con la que ha tenido una hija, que el 31 de agosto cumplió un año y que le pusieron de nombre ‘Alaïa’, un nombre vasco que significa “la alegre”. Viven en Mónaco, muy discretamente, y pasa temporadas en Ibiza, una isla a la que llegó de pequeño y que le encanta .

Se ha desatado una guerra en Mercedes

Lewis Hamilton tiene un mal perder. Le gusta ganar siempre y eleva al máximo la tensión para conseguirlo. En la víspera de la batalla final de Yas Marina amenazó con ‘tirar de la manta’, explicar todas las cosas que han pasado este año. El inglés considera que se la han jugado para que ganara Nico Rosberg. En primer lugar, no le sentó nada bien que al inicio de año se intercambiaran el equipo de mecánicos. En segundo lugar, tiene la mosca detrás de la oreja porque los problemas de fiabilidad solo le han afectado a él. Se ha desatado la guerra, que fluirá en el próximo ejercicio. ¿Se mantendrán dominantes?