Las claves del Gran Premio de Alemania

Hamilton celebra su gran victoria en el GP de Alemania

Hamilton celebra su valiosa victoria en Alemania / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Sebastian Vettel lo tenía todo de cara para erigirse como el gran triunfador del GP de Alemania. El favorito local llegó a Hockenheim al frente del Mundial, con 8 puntos de ventaja sobre Lewis Hamilton. El sábado consiguió la pole, mientras que su rival lloraba desconsolado, arrodillado junto a su coche, tras sufrir una avería que le condenaba a salir 14º en parrilla. Pero el deporte es lo más distante a una ciencia exacta y ayer la lluvia dinamitó el guión de esta historia. Con la pista en condiciones mixtas de agua y seco, la locura se apoderó de boxes y la indecisión a la hora de elegir neumáticos lo cambió todo. Vettel estrelló sus opciones al perder el control de su Ferrari a falta de 15 vueltas y tras liderar las 52 anteriores y Hamilton culminó una gran remontada que  puede valer un título.

1. La carrera se decidió con la ruleta rusa

Después de conseguir la quinta pole de la temporada, una salida impecable y de dominar con autoridad la primera parte de la carrera, poco se pensaban Vettel y Ferrari que un triunfo tan importante se les escaparía. La suerte esta vez les jugó una mala pasada. La lluvia, que apareció en la vuelta 45 de 67 programadas, y que solo afectó a una parte del circuito, jugó en su contra. Sebastian mantenía con holgura su liderato, pero cogió con demasiada velocidad una zona que estaba encharcada y se salió en la vuelta 52, chocando contra las protecciones y, desolado, viéndose obligado a abandonar.

El error de pilotaje de Vettel puso en bandeja la victoria a Hamilton. Cuando llueve y los coches van con neumáticos slicks (lisos) es como conducir sobre hielo y el mínimo error se paga caro. ¿Por qué no cambió las ruedas? Solo llovía en una parte del circuito y quien paró a calzar gomas de agua las destrozó rápidamente porque si no está mojado se destrozan a una velocidad impresionante. No duran ni un par de vueltas. Fue unos instantes de locura, de muchas salidas de pista, de errores, pero Vettel, que era el único que mantenía el ritmo a Hamilton, que era cuarto, le tocó la ruleta rusa.

2. La ocasión fallida de Sebastian Vettel

Sebastian Vettel, que antes del GP de Alemania era el único piloto de la parrilla que había puntuado en todos los grandes premios, perdió una oportunidad de oro en Hockenheim de apuntalar sus opciones para conseguir el preciado título. El alemán llegó con 8 puntos de ventaja y se fue con 17 en contra cuando las posiciones de la parrilla hacían presagiar todo lo contrario. Hockenheim fue el escenario del undécimo gran premio del año, de un calendario de veintiuno, el paso del ecuador, y pese a que todo sigue en el aire, está claro que para derrotar a Hamilton y a Mercedes hay que aprovecharlo todo. Sin concesiones.

La sensación es que Vettel dejó escapar una gran oportunidad. En Francia, tras el toque con Bottas en la primera vuelta, pudo salvar los muebles, pero el ‘cero’ de Alemania va a pesar y ya asoman los fantasmas del pasado. Sin ir más lejos. El año pasado Sebastian aguantó el envite de Hamilton hasta el paréntesis veraniego y después, ya fuera por fallos del equipo, de la fiabilidad del coche o por errores del propio piloto, se hundieron en cuatro carreras. La lluvia le ha echado una mano a Lewis, sin duda, pero también destacaría su brutal ritmo de carrera, que le permitió remontar del 14º al 1º, una gesta que puede valer un título.

3. Sainz, en el epicentro de los rumores

La renovación de Daniel Ricciardo con Red Bull, que se puede anunciar esta misma semana, dejaría a Carlos Sainz libertad para elegir equipo de cara a la temporada 2019. Ello, óbviamente, debería facilitar el acuerdo para continuar en Renault, que le ofrece un contrato de dos años. El piloto madrileño, sin embargo, se ha encontrado en los últimos días en el epicentro de unos rumores que indican que podría formar equipo con Fernando Alonso en McLaren. Incluso Zak Brown ha dejado entrever que en la escudería de Woking le ven con buenos ojos.

Después de la renovación de Hamilton y Bottas por Mercedes, el principal foco de atención se centra ahora en la decisión de Ricciardo, que está unida al movimiento de Ferrari, que hoy se debate entre él, Raikkonen y el joven Charles Leclerc. Pero toda la movida afecta a Esteban Ocon, objetivo de Renault si Sainz no continua y también a Lance Stroll, cuyo padre está estudiando una oferta para invertir en Force India y que conllevaría el fichaje del joven canadiense. Nos esperan aún unas semanas ‘calientes’, a la espera también de la decisión de Alonso de seguir o no.