Leclerc se va contra el muro en Jeddah

Charles Leclerc destrozó su Ferrari en los segundos entrenamientos libres

El monegasco ha sido la primera víctima de los estrechos muros del circuito saudí

Leclerc se fue contra el muro en Yeda

Leclerc se fue contra el muro en Jeddah / AFP.

Joel Xaubet

El nuevo circuito de Jeddah, en su primera aparición en la Fórmula 1 se ha convertido en uno de los más rápidos y peligrosos del calendario. Hasta ahora, se conocían los riesgos de un trazado extremadamente veloz que fluye a través de unas curvas rápidas apenas separadas de los muros. Al final de los segundos libres, ha sido Charles Leclerc el primero en probar las protecciones. El monegasco se ha pasado de frenada en la curva 23 y no ha podido hacer nada para evitar el choque a 200km/h contra los muros.

Afortunadamente, Leclerc no sufrió daños y pudo salir tranquilamente de su monoplaza, que sí sufrió daños graves. El SF21 quedó hecho añicos, tanto en el alerón frontal como en el trasero. El circuito saudí, construido en un tiempo récord ha avisado: no hay margen de error y cualquier fallo se pagará con un accidente grave.

Yeda, el trazado urbano más rápido del mundo

El Jeddah Corniche se creó con la intención de ser el circuito urbano más rápido del mundo y parece que lo han conseguido, con una velocidad media de 250 km/h el trazado saudí se sitúa cómo el segundo más rápido del calendario, solamente por detrás del Autódromo de Monza, el templo de velocidad, con una velocidad media de 257 km/h.

Será difícil ver adelantamientos en Arabia Saudí

Al contrario del circuito italiano, Jeddah carece de frenadas y posibilidades de adelantamiento, ya que el 80% del tiempo los pilotos van con el pie a fondo y solamente hay seis frenadas donde rebasar a los oponentes será toda una odisea.

Así pues, con el nuevo trazado estrenado este fin de semana, los comisarios deberán estar con los cinco sentidos puestos en los que suceda sobre el asfalto, pues será clave actuar rápidamente en caso de accidente, ya que como ha avisado hoy, Jeddah no admite el más mínimo error.