El análisis del GP de Mónaco: Red Bull se la lía a Ferrari

El GP de Mónaco ha empezado con una hora de retraso por la lluvia y se ha impuesto contra todo pronóstico Checo Pérez

Carlos Sainz ha terminado segundo tras una dura batalla con el mexicano y Alonso, séptimo

Leclerc y Sainz, en la salida bajo la lluvia en Mónaco

Leclerc y Sainz, en la salida bajo la lluvia en Mónaco / Scuderia Ferrari

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Mundial está al rojo vivo y en un gran premio en el que tanto Charles Leclerc como Ferrari eran los favoritos se ha impuesto contra pronóstico Checo Pérez, que salía tercero. La estrategia de Red Bull ha sido clave para el triunfo y para que Max Verstappen, tercero, aumentara su ventaja al frente del campeonato.

CHECO PÉREZ DA UN PASO AL FRENTE

El mexicano, de 32 años, que lleva doce en la Fórmula Uno, ha explotado finalmente como piloto de primer nivel y se ha puesto en la lucha por el campeonato. La victoria conseguida en Mónaco, que da los mismos puntos que cualquiera pero le da al protagonista un plus de reconocimiento, le reivindica como uno de los aspirantes al título y nos obliga, por lo menos de momento, a dejar de dirigirnos hacia él como el perfecto escudero de Verstappen. Hay que quitarse el sombrero con su carrera. Después del rebote de Barcelona, donde el equipo le pidió que dejara pasar a Max, en el estrecho y sinuoso circuito del Principado ha mostrado todo su talento. Bajo unas condiciones muy delicadas, con adversas condiciones climatológicas, cambios de neumáticos y un asfalto cuyo grip variaba a cada vuelta, hemos visto al mejor Checo, aprovechando sus oportunidades sin errores.

RED BULL SE LA LÍA A FERRARI

El doblete de la parrilla apuntaba a un nuevo pleno de Ferrari. A la hora de la verdad, sin embargo, a los de Maranello se les ha escapado la victoria porque han tardado a reaccionar a la estrategia de su rival. Es decir, que en Red Bull se la han liado. Cuesta creer que el coche y el piloto más rápido no consiguieran la victoria, pero la explicación radica en la tormenta que cayó poco antes de la salida que cambió el decorado y, sobre todo, que los de Milton Keynes leyeron mejor la carrera. Red Bull hizo un undercut con Pérez, llevándole del tercer puesto al liderato, mientras Ferrari reaccionó tarde con Leclerc y Sainz. Una segunda parada de Leclerc, casi de inmediato, motivó que le superara también Verstappen, quedándose fuera del podio. Con el dominio que tenía Ferrari tenían que replicar la táctica de sus oponentes, pero a la hora de tomar decisiones o les faltó coraje o se durmieron. 

MÓNACO, UN GRAN PREMIO EN ENTREDICHO

La Fórmula Uno, que tiene un calendario el 2022 de 22 carreras y que quiere llegar a las 25 pronto, se pregunta si hay que correr en Mónaco o no. El Principado, cuyo contrato con Liberty Media ha finalizado, está negociando si se mantiene o no, pero a tenor de lo visto y conociendo su historia, creo que sería más conveniente que dejaran sitio a otro, aunque ello no sea popular. Es difícil adelantar, lo sabemos todos, pero que pase de difícil a imposible media un abismo. Mónaco, especialmente cuando los coches aumentaron de tamaño, se ha convertido en un tren desesperante para los aficionados y los propios pilotos. Le salva su glamour, el lujo, pero ello no es suficiente y más cuando ya se advierte que algunas carreras tendrán que alternarse y otras como el GP de Francia y el de Azerbayán pueden perder su silla. Se necesita espectáculo, pero también acción y competitividad.