Alonso llega a Barcelona con ganas de ‘fiesta’

Después de tres grandes premios, Fernando Alonso empieza a ofrecer destellos de su clase

Alpine ha mejorado el monoplaza que presentó en Bahrein y el asturiano afronta motivado el GP de España

Alonso brilló en las últimas vueltas del GP de Portugal

Alonso brilló en las últimas vueltas del GP de Portugal / Alpine F1 Team

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Después de tres grandes premios, Fernando Alonso empieza a ofrecer destellos de su clase. Alpine ha mejorado el monoplaza que presentó en Bahrein y el asturiano afronta motivado el GP de España después de la lección de pilotaje que dio en las últimas vueltas del GP de Portugal.

Fernando pidió “un margen de tiempo” para adaptarse de nuevo a los procedimientos y a los monoplazas de Fórmula 1 tras dos años alejado del ‘gran circo’, pilotando coches muy diferentes en el Mundial de Resistencia, Daytona, Indianápolis o el Rally Dakar. En solo tres carreras el genio asturiano ya ha ofrecido destellos alentadores, especialmente el domingo en Portimao, un circuito difícil para todos e inédito para Fernando. Pese al viento y a su mala posición de salida (13º), remontó para acabar octavo y con mejor tiempo por vuelta que el propio Hamilton.

Alpine ha hecho los ‘deberes’ y las mejoras introducidas en Imola empiezan a dar réditos. Con estos ‘ingredientes’, Alonso reconoce que está ansioso por competir en Barcelona esta semana. "Ya tengo ganas de llegar allí. Este año no hubo pretemporada en el Circuit (se redujo a tres días en Bahrein) y para mí será la primera vez que ruede con estos coches en esta pista”, recuerda Fernando. Después de sus problemas en la calificación de Portugal, subraya que este aspecto será decisivo en las dos próximas citas del calendario. “La crono será lo más importante tanto en España como en Mónaco, donde es muy difícil sino imposible adelantar, así que habrá que prepararla bien y trabajar duro", advierte.

En Portimao Alonso perdió dos posiciones en la salida y pasó por meta 15º al término de la primera vuelta, mientras que su compañero Esteban Ocon era séptimo. En las trece últimas vueltas, Fernando recortó 7,5 segundos respecto al francés y terminó la carrera justo por detrás de él, a apenas un segundo de diferencia.

En su parada en boxes, Alonso puso los Pirelli duros cuando Ocon ya estaba en pista con ese compuesto. Y en igualdad de condiciones, los tiempos del español dejaron patente su superioridad. Fernando empezó marcando 1'22" bajos y acabó en 1'20" altos, mientras que Ocon nunca llegó a 1'21". Alonso adelantó a Giovinazzi, Gasly, Ricciardo y Sainz, hasta ponerse a la estela de su compañero. La última vuelta de Fernando fue 1,254 segundos más rápida que la de Ocon. También fue casi un segundo mejor que la de Hamilton, vencedor de la carrera.

“Creo que teníamos coche para hacer un puesto mejor que el octavo. Quizá un sexto hubiese posible, quinto creo que ya no. Pero estoy contento de haber acabado", apunta el asturiano, que pone en valor su adaptación a la Fórmula 1 dos años después de su retirada: “No ha sido nada fácil tener sensaciones. Sigo aprendiendo cada vuelta que doy, cada vez que me subo al coche, en cada adelantamiento... cada vez que sale un 'safety car' y cada vez que toco un botón voy memorizando el funcionamiento de todo", señala Alonso.

“En Portimao fue divertido, en general estoy contento porque fue un super fin de semana, a pesar de los problemas en la crono, que aún no me explico”, resume. “En tres carreras, llevo un abandono que fue por fallo del coche y dos veces en los puntos. No puedo pedir más, aunque todavía tengo mucho que mejorar”, asume. A sus 39 años está claro que Alonso aún tiene ganas de ‘fiesta’.