Alonso, entre la F1 y el WEC, un año montado en una montaña rusa

Alonso, junto a Nakajima y Buemi, sus compañeros en el Toyota #8

Alonso, junto a Nakajima y Buemi, sus compañeros en el Toyota #8 / Toyota

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El adiós de Fernando Alonso de la F1 se está convirtiendo en un calvario. McLaren tocó fondo en Suzuka, con sus dos coches en las últimas posiciones en la calificación y pasando absolutamente desapercibidos en carrera. Después de cuatro años, tres con motor Honda y el actual con Renault, se ha evidenciado que el proyecto ha ido a menos.

Fernando Alonso empezó la temporada con un esperanzador quinto en Australia y con un panorama ilusionante con el cambio de unidad de potencia. Un espejismo. La realidad es que este McLaren ha sido, probablemente, el peor coche en sus cuatro años, salvo en cuanto a fiabilidad. La única evolución importante llegó en Barcelona. A partir de ahí, se estancaron. En carrera mejoraron, pero ello no puede maquillar un desastre que preocupa, especialmente, porque es el destino de Carlos Sainz los dos próximos años. El panorama no es muy esperanzador, ciertamente.

El asturiano ha encontrado refugio fuera de la F1. Ya fue un bálsamo de aceite para él su participación la pasada temporada en las 500 Millas de Indianápolis. Entonces, Alonso se dio cuenta que hay vida detrás de la F1 y empezó a otear más allá del horizonte que había marcado sus dos últimas décadas. Hizo una primera aparición en Daytona, pero su objetivo se había convertido el WEC. El fichaje por Toyota, además de permitirle ganar las 24 Horas de Le Mans, le permitía volver a luchar por ser campeón del mundo. Le retorna ilusión y motivación.

Nuevas motivaciones

El año ha sido frustrante para Fernando, que vio como rápidamente se apagaban sus aspiraciones de tener un coche competitivo. Eric Bouiller y Tim Goss, director deportivo y técnico de McLaren, han sido cesados, pero en Woking no dan con la tecla. El coche no ha recibido ninguna evolución importante desde Barcelona y el nivel de competitividad, con respecto a sus rivales, ha caído en picado. Un año subido en una montaña rusa.

De cara a este fin de semana, Fernando Alonso asegura que “tengo muchas ganas de disputar mi primera carrera con Toyota en Japón; para el equipo es la carrera de casa y, por lo tanto, muy importante. Conozco Fuji por la F1 y el trazado me trae buenos recuerdos, ya que gané allí en 2008. Espero poder repetir victoria este fin de semana, ya que sería importante para ambos campeonatos mundiales”.