Sainz: "A estas alturas de mi carrera es fundamental que me divierta"

Después de que esta mañana haya sido Nani Roma quien haya ofrecido sus impresiones de cara al Dakar que se avecina, esta tarde le ha tocado el turno a Carlos Sainz, quien después de ganar el año pasado su segundo Dakar con Peugeot correrá en esta edición con un buggy de Mini.

El piloto madrileño, que estrenó el John Cooper Works Buggy de dos ruedas motrices en el Rally de Marruecos, apuntó que “empezamos un proyecto nuevo que nos hace mucha ilusión, el coche ha evolucionado mucho desde que lo probamos por primera vez en junio y, como siempre, el objetivo es poder luchar por la victoria”.

Carlos Sainz, acompañado por Lucas Cruz, remarcaba que “el coche es prácticamente nuevo, ya que debutó en el último Dakar y me preocupa la fiabilidad por la falta de experiencia del coche en la competición”.

Desveló que se decidió por Mini, equipo con el que ha firmado por un año con opción a un segundo, porque “fue el equipo que más interés mostró. Probé el coche, me gustó el proyecto y aquí estamos, optimistas. Mi experiencia con los buggies fue determinante”. Al respecto, apuntó que “en el Dakar nunca puedes predecir qué va a pasar” y también remarcó que “el desarrollo principal en Peugeot lo hice yo y aquí igual. Hemos trabajado en la puesta a punto, marcado prioridades, pero ello también es mérito del equipo”.

Los récords

Ostenta dos récords muy particulares, ser el piloto más veterano en ganar la prueba y también, desde 2010, el vencedor más apurado tras una férrea pelea con Nasser Al-Attiyah. “El reto es acabar la carrera, intentar ganarla y divertirnos. A estas alturas de mi carrera es fundamental divertirse”.

Carlos remarcaba que “como piloto me doy más que satisfecho por lo que la vida me ha deparado. He tenido la suerte de dedicarme a mi pasión y que mis sueños se hicieran realidad. Las cosas no son fácil, pero tampoco imposibles y el que no lo intenta no lo consigue”.

En cuanto a sus rivales para este Dakar, señalaba que “somos los mismos del año pasado. Algunos hemos cambiado de coches, pero los nombres son los mismos y con Al-Attiyah como enemigo número uno”. Por último, sobre la prueba, indicaba que “será un Dakar intenso, complicado, estresante. Es más corto, pero el porcentaje de dunas es muy alto y las trampas acecharán en cada esquina y cualquier error se pagará caro”.