Laia Sanz: "Con la edad soy más consciente del peligro de la moto"

Laia Sanz, a su regreso del Rally Dakar

Laia Sanz, a su regreso del Rally Dakar / Mediage

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 1985) suma nueve participaciones en el Dakar. En 2015 hizo historia al lograr el mejor resultado de una mujer (9º absoluto) en  motos. Tras haber sufrido una enfermedad vírica que la mantuvo varios meses sin poder hacer vida normal ni entrenar, siguió adelante con su propósito de correr la 41 edición del rally y lo ha concluído con éxito, en 11ª posición. Ahora, más tranquila y a punto de tomarse unas  vacaciones, hablamos con ella de su actuación y de su futuro, aunque también de la ‘salud’ de la carrera, que no pasa por su mejor momento.

El Dakar es una carrera tan  atípica que Toby Price ha podido ganar con la mano ‘destrozada’ por una caída  y usted ha rubricado su segundo mejor resultado sin apenas entrenamiento ¿Cómo se  lo explica?

No lo entiendo ni yo. Lo de Toby es brutal y realmente no sé cómo pudo aguantar el dolor. Y en mi caso, supongo que la falta de forma física la pude compensar a base de ganas, de ilusión. Es una carrera en la que pasan mil cosas y a veces hay sorpresas. Otros años fui muy bien preparada y hice peor resultado. 

La estrategia conservadora que le ha funcionado este año a Nani Roma en coches ¿también ha sido clave para Laia Sanz en un Dakar tan complicado?

He ido más lenta que otras veces, no podía hacer milagros, sobre todo los primeros días me lo tomé con mucha calma, quizá demasiada. Pero a medida que iba discurriendo la carrera me fui encontrando más fuerte. La prudencia me ha ido bien  para ir escalando progresivamente en la clasificación. Otras veces arriesgando más terminé peor.

Dakar cien por cien peruano, ¿Qué le pareció el recorrido?

Ha sido una edición extraña. Ya me lo esperaba porque hice el Desafío Inca y tenía las referencias del año pasado, sabía que era un espacio reducido, con las dunas, mucha arena…. No ha habido ninguna etapa ‘mortífera’ o imposible, pero sí una dificultad y una dureza sostenida.

En todos los Dakar se aprende algo nuevo. ¿Qué lección destacaría este año?

Después del calvario que he pasado, de tantos meses de enfermedad, he disfrutado de volver a pilotar y de encontrarme bien físicamente. Lo he valorado mucho. Y creo que me ha hecho ser más fuerte mentalmente. También que ir muy preparado no es una garantía.

Dijo que el Dakar tenía que evolucionar, que no podía quedarse solo en un país ¿La organización les pregunta a los pilotos?

Sí, los primeros días hablé con Etienne Lavigne (el director del rally) y me preguntó. Quería conocer mi opinión, como crítica constructiva, porque el Dakar es una carrera que amo. Creo que dadas las circunstancias, este año ASO ha hecho una buena labor sacando el Dakar adelante, pero en el futuro han de cambiar. El recorrido tiene que ganar variedad, dureza, navegación más extrema... Este año los tres primeros de motos terminaron en cinco minutos cuando otras veces las distancias eran de horas.

¿Y las críticas al roadbook…?

Esto es rally raid y es normal perderse. El roadbook  estaba bien, solo un día ví errores, el día que se perdió Loeb , que tanto se enfadó.  Hay que pensar en cómo era el Dakar hace 20 años, cuando mucha gente quedaba fuera de carrera y eso era parte de la magia, ir a sufrir. 

¿A dónde llevaría  el Dakar?

Si tuviera barra libre volvería a Africa, pero tal como está el mundo ahora mismo sé que es difícil organizar un recorrido seguro. Veremos.

¿Qué le parece que Alonso esté planteándose correr el rally?

Todo lo que hace Fernando tiene una gran repercusión, pero el Dakar de por sí ya es una carrera muy importante y mediática. Más que Alonso, lo que necesita la carrera es un buen recorrido  el año que viene.

¿Y la  categoría Side by Side? 

Es  interesante, porque está a medio camino entre motos y coches y es una categoría mucho más económica, espectacular.

¿Cuánto  le queda en moto?

No lo sé. Me voy haciendo mayor y el tema de los coches lo veo como una opción cada vez más cercana, ojalá pueda tener una oportunidad, aunque la próxima edición todavía la disputaré con una KTM.

Gerard Farrés, que hace dos años hizo podio en motos y  se ha pasado a los Side by Side asegura que dejó las dos ruedas por que era consciente del riesgo. ¿Tiene miedo Laia Sanz?

Es verdad que a medida que maduras eres más consciente del peligro…es cuestión de edad, de responsabilidad. Miedo no, pero sí le tengo respeto. Son muchos años recogiendo a gente que se ha hecho daño, algunos compañeros con accidentes muy graves y eso te hace ser más prudente. Y más ahora. Tal como está planteada la categoría, las motos van muy rápido. Es un deporte muy peligroso y que nos jugamos la vida.

Se ha ganado el respeto de los rivales. ¿Cómo ha cambiado el trato de los pilotos desde su primer Dakar hace nueve años?

El primero noté que a la gente le hacía gracia la novedad de una chica en las motos, te decían. “Bueno Laia a ver si logras acabar…”.  Cuando empecé a hacerlo bien y a colarme delante en algunas etapas , hubo muchos que se sorprendieron, no sé si para bien. Siendo mujer siempre tienes que demostrar más. Con el tiempo creo que los demás pilotos me respetan, valoran que haya acabado mis nueve participaciones. Los dakarianos saben lo difícil que es eso.