Joan Barreda y el sueño incumplido en el Dakar

El piloto de Honda persigue la victoria en la categoría de motos tras once años

"Durante la pandemia me he podido recuperar de mis lesiones y llego a tope a esta edición", avisa

Joan Barreda , a por todas en el Dakar

Joan Barreda, a por todas en el Dakar / Monster Energy Honda

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Joan Barreda (Torreblanca, Castellón, 1983) parte siempre con el cartel de favorito en el Rally Dakar, aunque en los últimos once años, ya sea por lesiones o averías, su sueño nunca se ha cumplido. Es más, el piloto español más talentoso de la categoría de motos desde los tiempos de Marc Coma tuvo que ver el año pasado como se coronaba en el Dakar un compañero de equipo, el estadounidense Ricky Brabec, que rompió 19 años de dominio de las KTM y le dio a Honda su primera victoria en el rally en 31 años, desde 1989.

Por cualidades técnicas y velocidad pocos participantes en la categoría de motos del Dakar están a la altura de Joan Barreda, que es el piloto en activo que suma mayor número de victorias de etapa (24) en el rally más duro de planeta. Pero la fortuna, hasta ahora, siempre le ha dado la espalda.

En el 2019, tras empezar de forma estelar con un triunfo de etapa, el tercer día se cayó por un barranco y abandonó. El año anterior (2018), su lesión de la muñeca le hizo correr mermado (e infiltrado durante todo el rally) y fue víctima de otra caída. En el 2017, una penalización a su equipo le dejó sin triunfo y en los dos años anteriores tuvo problemas de motor. También se retiró en su primer Dakar, en 2011, con Aprilia. Y en la última edición, en enero de 2020, después de brillar en las tres primeras etapas, perdió 17 minutos el cuarto día de carrera y bajó hasta la séptima posición de la general. En apenas cuatro días encadenó dos caídas y se situó a 25 minutos del liderato cuando mejor imagen estaban dando las Honda.

recuperado

Ahora, a punto de iniciar una nueva aventura en el Dakar, a partir del próximo 2 de enero en el desierto de Arabia Saudí, Barreda confía en su experiencia para intentar salirse con la suya esta vez. Persigue el mismo sueño desde que empezó. “Cuando me retire me gustaría decir que gané un Dakar”. Gracias la victoria de Ricky Brabec en la pasada edición, Honda ha podido mantener su estructura para el rally en tiempos de pandemia, con el estadounidense al frente del equipo patrocinado por Monster, junto Joan Barreda, Kevin Benavides y Nacho Cornejo.

La crisis del covid-19 ha golpeado duramente al deporte, pero dentro de lo negativo, a Joan Barreda le ha venido bien para dejar atrás las lesiones que arrastraba: “Ha sido un año difícil, no ha sido normal para nadie. Pero en mi caso el aspecto positivo es que he podido recuperarme de mis problemas físicos y eso es bueno para llegar con la confianza y el nivel físico que te exige el Dakar”, admite el de Torreblanca. “El año pasado llegué con dolor en las costillas al inicio de la carrera y los primeros cuatro días lo acusé“, recuerda Barreda. “La segunda semana estuve más cómodo y llegué al tramo final con opciones de podio, pero el motor falló y se fueron las opciones. Este año me he preparado muy bien y veo al equipo con potencial de seguir mejorando”, analiza.

Ruben Faria, jefe del Monster Energy Honda Team, no hace distinciones entre sus pilotos: “Tenemos cuatro pilotos con mucha experiencia y los cuatro son capaces de alcanzar el triunfo final”, avisa. Barreda se lo toma como un compromiso y espera devolverle la confianza. “A mi me dicen que por la experiencia que tengo debo estar delante. Y al final asumes riesgos, todos los que luchamos por ganar el rally lo hacemos. Eso implica que algo puede salir mal. En una carrera tan larga y tan complicada como el Dakar pasan muchas cosas, pero tu siempre sales con la idea de ganar”, insiste Joan, que no se rinde y confía en que su segundo año en el espléndodo escenario del desierto saudí pueda al fin exprimir al máximo su talento.