DAKAR 2015

El Dakar se queda sin electricidad

El coche eléctrico pilotado por Albert Bosch y Agustí Payà fue descalificado al arrancar la tercera etapa fuera del horario establecido por la organización

La apuesta eléctrica de Acciona para el Dakar se queda fuera de la prueba

La apuesta eléctrica de Acciona para el Dakar se queda fuera de la prueba / sport

Sport.es

La aventura dakariana de Albert Bosch y Agustí Payà terminó esta madrugada por decisión de la organización, que descalificó al coche eléctrico del equipo Acciona por iniciar la tercera etapa de la competición fuera de horario. 

La decisión cayó como un jarro de agua en el seno de un equipo histórico en una prueba que nunca antes había contado con la participación de coche totalmente eléctrico. Pese a alcanzar el primer puesto de control, Bosch y su copiloto Payà no tuvieron más remedio que recoger sus pertenencias y abandonar el reto de completar el raid más exigente del planeta sin una gota de gasolina.

Con una limitación de 140 km/hora en vez de los 200 que alcanzan coches como el Peugeot de Carlos Sainz, el buggy pilotado por Albert Bosch se vio penalizado por su falta de potencia. No recibió el perdón de una organización que ya había 'alterado' el modus operandi de una categoría, la de coches, en la que los repostajes no estaban permitidos... menos para ellos.

Con baterías extraíbles, las primeras para un coche eléctrico, Bosch y Payà tenían permitido cambiar su 'combustible' al mismo tiempo que las motos recargaban gasolina. Lo importante tanto para el equipo, que construyó su coche entre Pamplona y Barcelona, como para la organización no era el cómo se competía, sino para qué se permitía la presencia de un coche que significaba una apuesta más por las nuevas tecnologías. 

El compromiso de la organiación con la energía renovable y los avances tecnológicos en el campo de la automoción es claro y, por eso, esperan que el próximo año no sean solo uno los coches eléctricos en las dunas del desierto sudamericano. Bosch y Payà han abierto el camino y ahora solo falta que otros sigan el ejemplo de Acciona, que ha dedicado un millón de euros al proyecto.