Audi y Sainz ultiman su asalto al Dakar

Después de los últimos 2.500 kilómetros de test en Marruecos, el RS Q e-tron está listo para su debut en Arabia Saudí

Stefan Dreyer, jefe de desarrollo de Audi Sport, renonoce que el coche, propulsado por dos motores eléctricos, "supone un gran desafío"

Tras los test de Marruecos, el coche de Audi está listo para el Dakar

Tras los test de Marruecos, el coche de Audi está listo para el Dakar / Audi Sport

Josep Viaplana

Josep Viaplana

A cinco semanas del inicio del Dakar, Audi está ultimando la puesta a punto del RS Q e-tron, un prototipo eléctrico construido en tiempo récord con el que la marca alemana quiere asaltar la prueba más dura del mundo. En Neuburg, junto a su cuartel general de Ingolstadt, donde está ubicado el circuito de pruebas de Audi Sport, pudimos ver por primera vez en acción un coche que acaparará toda la atención en Arabia Saudí.

Este Audi que pudimos ver no hace muchas semanas por primera vez en directo en una presentación estática en Madrid ya rueda a buen ritmo y fuimos testigos de ello, junto a Carlos Sainz. No era el terreno idóneo ni mucho menos el que se encontrarán en Arabia, pero después de los últimos 2.500 kilómetros de test en Marruecos, el coche está listo para su debut en el Dakar.

Una gran complejidad

“Estamos centrando toda la energía en continuar el desarrollo en las condiciones más duras. Ha sido impresionante cómo está evolucionando el coche y los últimos test que hicimos en Marruecos nos permitirán que los tres coches que estamos construyendo estén a la última en cuanto a su actualización técnica”, explica Stefan Dreyer, jefe de desarrollo de Audi Sport.

Stefan Dreyer, que ha estado acompañado por Sven Qvandt, team principal del equipo, ha hecho hincapié en que “es un gran desafío desde el inicio porque nunca se había hecho un proyecto igual. El coche es muy complejo y el desarrollo de tantas cosas nuevas es complicado, aunque desde el inicio hemos progresado mucho”.

La complejidad de este coche radica, básicamente, que está propulsado por dos motores eléctricos, uno en la parte delantera y otro en la trasera, mientras que cuenta con otro motor eléctrico que carga las baterías y otro de combustión, conectado con el anterior para que siempre tenga la energía necesaria.

En la recta final

Audi está montando estos días las tres unidades que enviará a Arabia Saudí para correr el Dakar. Desde que se puso el coche en pista por primera vez justo antes del verano han cubierto más de 8.500 kilómetros de test, y la dirección del equipo está satisfecha con los logros obtenidos.

“Ahora la prioridad es la fiabilidad. No hay que marcarse otro objetivo que no sea acabar la carrera ni presionarse con la victoria. Sobre la marcha veremos nuestras posibilidades. Estamos contentos, pero hay margen de mejora”, apuntaba Sven Qvandt, quien remarcaba que “todos queremos ganar y también el primer año, pero pensar en ello ahora no es realista. Queremos ganar lo más rápido posible, si puede ser en la próxima edición, pero éste no es el reto”.

Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström, los tres presentes en Neuburg para el shakedown, han trabajado intensamente en la puesta a punto del coche y los ingenieros han hecho horas extra para fiabilizar al máximo la complicada tecnología eléctrica que mueve este vehículo.