La conducción nocturna, nuestra asignatura pendiente

A medida que nos acercamos al invierno, cada vez son menos las horas de luz con las que contamos durante el día, lo que afecta a la conducción de manera física y psicológica, pues es nuestro estado de ánimo puede variar. Así lo asegura coches.net, portal de motor líder en España, que lanza una serie de consejos e indicaciones a tener en cuenta en estos días previos al cambio de hora.

Más horas de conducción nocturna. Esto supone una mayor atención al volante por parte de los conductores, ya que conducir de noche implica llevar el coche en condiciones que no son totalmente óptimas para la vista. De hecho, Marcel Blanes, responsable de marketing institucional de coches.net, ha señalado que “según la DGT, los accidentes ocurridos durante la noche crece de forma notable ya que se reduce la agudeza visual y la capacidad para detectar objetos y su distancia”. “Además, son de mayor gravedad que los diurnos”, ha añadido.

Responsabilidad al volante. Es compromiso de todos los conductores revisar el buen funcionamiento y altura de las luces para evitar deslumbrar al resto de usuarios. Las carreteras secundarias tienen más peligro, si cabe, en esta época, por lo que es esencial conservar las lunas limpias para mejorar la visibilidad. Mantener la distancia de seguridad y aumentar la frecuencia de mirada por los retrovisores también evitarán posibles alcances.

Buena climatización del vehículo. Los días cada vez son más fríos, por lo que contar con un nivel correcto de temperatura dentro del interior del vehículo es importante para evitar posibles alteraciones del sueño, ya que circular con una temperatura elevada puede producir somnolencia. Los expertos recomiendan que la temperatura esté entre los 21 y los 23 grados.

Combatir la fatiga. La falta de luz solar puede producir mayor cansancio en los conductores. A menudo, se recurre a bebidas con cafeína para combatir los signos del cansancio, sin embargo, también es importante a la hora de ponerse al volante tener una actitud relajada y tranquila.