SEGURIDAD VIAL

Consejos para conducir durante una tormenta

La gota fría puede dejar fuertes y virulentas tormentas que pueden poner en peligro a los conductores.

Conducir durante una tormenta es peligroso y hay que extremar las precauciones.

Conducir durante una tormenta es peligroso y hay que extremar las precauciones. / MOTOR

Redacción

El segundo semestre del año es el periodo en el que más tormentas se producen en España. Durante verano y otoño, además, pueden sorprender a los conductores en la carretera, ya que muchas de las tormentas se producen de manera espontánea. Ya sean eléctricas, más o menos intensas o el granizo haga acto de presencia, todas las tormentas tienen un denominador común en la carretera: son peligrosas. Durante este período, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) asegura que España recibe la gran mayoría de los más de 1,3 millones de rayos que se registran al año.

Durante el verano llegan las primeras tormentas, que son espontáneas y cortas, pero pueden ser muy intensas. Tras las tormentas espontáneas estivales llega el otoño, la estación más lluviosa del año, que tradicionalmente deja grandes tormentas y días de lluvia sostenida que pueden poner en peligro la seguridad de los conductores, además de contribuir a la formación de atascos en las grandes urbes.

Además, entre verano y otoño se pueden producir fenómenos meteorológicos como la gota fría, o DANA, que se produce cuando un frente de aire polar frío choca con el aire cálido del mar Mediterráneo, generando fuertes tormentas que pueden complicar los desplazamientos por carretera. Estos son los consejos para afrontar los días de lluvia o tormentas al volante con la máxima seguridad posible.

Para, o no salgas

El mejor consejo, y el más seguro, es quedarse en casa y evitar conducir si se está produciendo una tormenta. En caso de estar ya en marcha, hay que prepararse para parar en cuanto sea posible y esperar a que pase o, como mínimo, que se suavice la tormenta, para evitar un susto. Aun así, muchas personas se verán atrapadas en medio de un aguacero sin la posibilidad de parar. Entonces, hay que pasar a los siguientes consejos.

Quédate dentro del vehículo

En caso de poder parar, y estando lejos de casa o del destino, lo mejor es esperar dentro del coche a que pase la tormenta, sobre todo si es eléctrica. En este caso el coche es el lugar más seguro para resguardarse de los rayos. Los neumáticos son de goma, material aislante, por lo que el coche queda aislado del suelo y la corriente no encontrará al vehículo. Además, puesto que la carrocería sí conduce la electricidad, la corriente eléctrica se distribuiría por toda la silueta quedando el interior totalmente aislado si sus ocupantes no tocan ninguna parte metálica. Eso sí, en caso de que un rayo alcance el coche, lo más probable es que tanto la pintura como los sistemas electrónicos si se vean seriamente perjudicados.

Disminuir la velocidad

El agua y la velocidad no maridan bien. A 100 km/h basta con un charco de tres centímetros de profundidad para que se produzca el famoso fenómeno del aquaplaning. aquaplaningDe esta manera, las ruedas no se adhieren a la carretera y los neumáticos flotan en el agua, haciendo que el destino del vehículo quede a merced de la suerte hasta que encuentre asfalto de nuevo. El mismo charco a 30 km/h solo produce una leve salpicadura. Es por eso que, hasta viajando por una autopista, la mejor medida es reducir y circular a una velocidad prudente.

Cuidado con los neumáticos

Es una regla que aparece en los consejos para todos los aspectos de la conducción porque son la parte del vehículo que queda en permanente contacto con el asfalto. Los neumáticos están diseñados cuidadosamente para ofrecer el mayor agarre posible sea cual sea la situación meteorológica o del terreno, pero solo harán bien su función si están en estado óptimo. Unos neumáticos desgastados no responderán bien cuando su superficie se moje y pierda adherencia y, de esta manera, las probabilidades de sufrir aquaplaning o la pérdida de control del coche aumentarán.

Pon las luces

Cuando se produce una tormenta, el día queda totalmente oscurecido, por lo que es recomendable encender las luces. En caso contrario, el conductor se pone en peligro a sí mismo y también al resto de conductores. La lluvia, un asfalto mojado y un día oscuro pueden dificultar la percepción de otros vehículos, sobre todo los grises. Es por eso que llevar las luces ayuda al conductor a ver más lejos y a que le vean desde más distancia

Más distancia de seguridad

La distancia de seguridad es crucial para muchos aspectos de la conducción. Además de poder evitar atascos, mantener una distancia de seguridad correcta puede evitar muchos accidentes. En caso de tormenta, es aconsejable dejar más de la indicada para hacer frente al cambio de comportamiento del vehículo conduciendo bajo una lluvia intensa. Con condiciones adversas, los vehículos tardan más en frenar, pueden patinar y la visibilidad es menor. Dejar más distancia de seguridad permitirá al conductor controlar mejor el estado del tráfico y los posibles problemas ocasionados por las inclemencias del tiempo.

Cumpliendo estas medidas, conducir de manera segura durante una tormenta es posible. Aun así, hay que recordar que además de tener el coche en perfecto estado hay que mantener los cinco sentidos en la carretera, por lo que bajar la música o la radio y poner las dos manos al volante son medidas que también hay que tener en cuenta.