CARRETERAS

Qué se puede averiar en una carretera en mal estado y cómo reclamarlo

Las carreteras en mal estado pueden causar averías o accidentes, pero los conductores pueden reclamar los daños.

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Las carreteras en mal estado pueden causar averías y accidentes. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

Siempre se habla de la responsabilidad del conductor de un turismo en cuanto a su seguridad al volante y la de sus acompañantes. Como siempre se aconseja, es vital tener el vehículo en perfectas condiciones para que ir de casa al trabajo o hacer una escapadita no termine en un percance en forma de accidente. El mantenimiento del vehículo es importantísimo y comprobar que todo en un coche funciona a la perfección y que aspectos como la presión o desgaste de los neumáticos estén bajo control es sinónimo de éxito en un viaje.

Ahora bien, no todo es el conductor ni el coche que conduce. La infraestructura juega un papel tan importante como el mantenimiento de un vehículo y el mal estado de la vía o su entorno puede perjudicar al coche y comprometer la seguridad del viaje. De hecho, varios componentes de un coche en perfecto estado pueden sufrir y averiarse por culpa de una carretera que no se ecuentre en buenas condiciones y, además, una mala carretera puede causar accidentes que pueden resultar fatales. Aunque el gobierno ha prometido una fuerte inversión para mejorar la infraestructura, lo cierto es que en España hay muchas vías que podrían estar mucho mejor. 

LOS COMPONENTES QUE SUFREN

Hay cuatro componentes que sufren de lo lindo cuando una carretera tiene excesivos baches y está en mal estado. En primer lugar, lógicamente, se encuentran los nuemáticos. Las ruedas, la única parte del coche que toca comunica el vehículo con el asfalto son el primer componente que puede sufrir daños en una mala carretera. En los peores casos, reventones y pinchazos pueden comprometer gravemente la seguridad de los conductores y, como mínimo, una vía en mal estado hace que los neumáticos se desgasten más rápido de lo normal. 

Seguidamente, la suspensión, la dirección y la transmisión también pueden sufrir daños por culpa de una carretera demasiado bacheada. Por ejemplo, la suspensión, que debe absorver todos los baches trabaja en exceso y todos los componentes que la forman pueden verse afectados. Además, el mal estado de la suspensión también conlleva un gran riesgo al volante. En caso de afectar la dirección, es posible que se pierda el paralelo, algo que puede poner en peligro la marcha y, además, hacer que los neumáticos se desgasten de manera desigual. Por último, varios componentes de la transmisión también son sensibles a los golpes que produce una mala carretera y pueden desgastarse y averiarse. 

De esta manera, la circulación continuada por carreteras en mal estado puede ser peligroso y, además, traducirse en averías que, a parte de dolores de cabeza, supondrán un buen pellizco al bolsillo. Por si fuera poco, los constantes impactos de una carretera bacheada hacen que la conducción sea incómoda y que también sufran varios componentes del interior del vehículo.

CÓMO RECLAMAR UNA AVERÍA O ACCIDENTE

Sí, una avería por culpa del mal estado de la vía se puede reclamar. La Asociación Española de la Carretera (AEC) calificó el estado de las carreteras españolas con un suspenso en un estudio. De hecho, en el mismo trabajo se asegura que el 94% de las averías o accidentes por culpa de la vía ocurren por culpa del deterioro del pavimento y el 6% restante por culpa de poca iluminación o por una señalización defectuosa. Así, si se tiene un accidente o una avería por culpa del mal estado de una vía, y como recoje la misma constitución (art.106), "los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos".

De esta manera, salvo percances como terremotos, incendios, nevadas o otros aspectos incontrolables, el titular del coche puede reclamar al titular de la vía. Es por eso que el primer paso para hacerlo es identificar al propietario de la vía, que puede ser el Ministerio de Fomento, una comunidad autónoma o una empresa privada. Como siempre, habrá que tener pruebas de que el accidente o la avería se ha sufrido por el mal estado de la vía mediante el atestado de la policía, fotos del incidente y testigos del mismo. Después, hay que ponerse en contacto con la compañía aseguradora del vehículo. En caso de tener una poliza a todo riesgo, el mismo seguro cubrirá los gastos de reparación y después los reclamará al propietario de la carretera.

En caso de no tener poliza a todo riesgo, se puede recurrir a la defensa jurídica que incluyen en la poliza la mayoría de compañías. Así, la misma empresa podrá reclamar los daños con sus abogados o, como alternativa, cubrir los gastos de un abogado propio entre unas cifras estipuladas en la poliza de seguro. En caso de que el seguro tampoco cubra la defensa jurídica, siempre se puede contratar un abogado y reclamarle los daños directamente al titular de la carretera.