CONSEJOS

Todo lo que debes saber sobre el aquaplaning

El aquaplaning es un fenómeno habitual los días lluviosos que puede ocasionar un accidente.

Aquaplaning, un fenómeno habitual pero muy peligroso.

Aquaplaning, un fenómeno habitual pero muy peligroso. / MOTOR

Redacción

De cara a la operación retorno del puente de la Constitución se esperan lluvias y tormentas, según las previsiones, en el tercio norte peninsular. Las lluvias sostenidas pueden ocasionar grandes acumulaciones de agua sobre el asfalto que pueden poner en peligro la conducción por el aquaplaning, un fenómeno impredecible y muy peligroso.

Para entender el aquaplaning, primero hay que saber cómo actuan los neumáticos en caso de que la carretera esté mojada. En días lluviosos, las gomas de los coches son capaces de desalojar el exceso de agua de la carretera gracias a los canales que forman su dibujo para conseguir tracción. 

¿Qué es el aquaplanning?

El aquaplaning, entonces, es un fenómeno físico que se produce, precisamente, cuando los neumáticos no son capaces de desalojar toda el agua y pierden el contacto con la superficie de la carretera. Al no poder expulsar toda el agua, se forma una fina capa de agua de, más o menos, medio milímetro de espesor, que hace que el vehículo, literalmente, flote sobre el agua y el conductor pierda el control sobre el vehículo.

Hay varios factores que contribuyen a que un vehículo pueda hacer aquaplaning, la velocidad, la anchura de los neumáticos, el estado de las gomas, el peso del vehículo y la cantidad de agua en la carretera. En primer lugar, cuanto más rápido se circula, menos tiempo tienen los neumáticos para evacuar todo el agua, por lo que es más fácil que se produzca el aquaplaning. Del mismo modo, cuanto más ligero es un vehículo, más fácil será que flote. 

Por otro lado, montar unos neumáticos en buen estado es vital para evitar este fenómeno. A medida que se desgastan las gomas, los canales de evacuación de agua son cada vez más estrechos, por lo que los neumáticos son menos capaces de desalojar el agua necesaria para evitar el aquaplaning. Además, cuanto más anchos sean los neumáticos, más probabilidades habrá sufrirlo porque su superficie es mayor y, por tanto, la cantidad de agua que tendrán que evacuar los neumáticos sera también mayor.

Cómo actuar y cómo evitarlo

Cualquier coche puede sufrir aquaplaning, sobre todo si las precipitaciones son intensas, pero se puede prevenir y minimizar las posibilidades de perder el control del coche. Así, en caso de lluvia abundante, hay que moderar la velocidad y estar en alerta constante. Circular a una velocidad moderada permitirá al conductor estar más atento del asfalto en busca de charcos o excesos de agua para intentar evitarlos. En caso de no poder evitar cruzarlos, una velocidad controlada reducirá las posibilidades de sufrir aquaplaning.

Por otro lado, el conductor debe asegurarse de que los neumáticos y los amortiguadores están en buen estado, además de vigilar que la presión de las gomas sea la correcta, ya que unas ruedas a baja presión presentan una mayor superficie de contacto con el asfalto y reducen los canales de evacuación de agua, por lo que las posibilidades de sufrir aquaplaning crecen de manera desmedida.

Cumpliendo todas estas pautas, sin embargo, es posible que un conductor sufra aquaplaning en algún momento. Aunque la mayoría de veces el control solo se pierde unos instantes y el conductor recupera el control del coche casi al instante, hay varias recomendaciones a seguir en caso de notar que el coche ha empezado a flotar. 

Lo primero que hay que hacer si llueve es conducir sujetando el volante con firmeza con las dos manos. En caso de sufrir aquaplaning, el coche tiende a frenar y, según la profundidad del charco, el volante puede girar bruscamente. Si no se controla la dirección, en el momento de salir del charco el conductor puede perder el control del vehículo y sufrir un accidente. Del mismo modo, cuando se entra en un charco y se produce aquaplaning, hay que dejar de acelerar suavemente, sin frenar, para que el coche aminore su velocidad y se pueda recuerar la tracción. 

Por último, y en el peor de los casos, si el aquaplaning se prolonga durante muchos metros, el conductor debe prepararse para una posible colisión pegando la cabeza al reposacabezas y manteniendo la calma y la concentración por si se recupera la tracción antes del choque.