COMPARATIVA DE DEPORTIVOS

Porsche Boxster, Cupra Ateca y Renault Mégane RS, biodiversidad

Comparamos propuestas muy distintas entre sí por sus características, aunque todos coinciden en la deportividad.

Biodiversidad

Biodiversidad. / JORGE BRICHETTE

Hay un denominador común en esta triple propuesta: la deportividad. A partir de ahí, como veis, todo es distinto. Cabrio, SUV y compacto GTI. Además, tracción trasera, delantera y total. Todavía más diferencia, más diversidad.

Renault Mégane RS

El primer escalón de esta reunión del club de los 300 caballos lo tenemos en un GTI con mucho predicamento. Nos referimos al Renault Mégane RS con el chasis Cup. Es uno de los de su clase que destaca por muchas cualidades. Entre ellas el precio, competitivo con esos poco más de 32.000 euros. La potencia, con sus 280 CV, y el cambio EDC de doble embrague y 6 velocidades, dotado claro de levas en el volante, ponen en bandeja prestaciones excelentes y, lo más importante, mucha diversión con confianza.

Por debajo en potencia con respecto al 718 Boxster o el Cupra Ateca, lo cierto es que el RS es un coche excelente. De entre los de su clase es uno de los mejores, y no solo por precio. El chasis Cup, que no llega a 2.000 euros más que el RS Sport, tiene mejor amortiguación, porque es más firme y además cuenta de serie con diferencial delantero tipo Torsen.

Este Mégane RS tiene un montón de cualidades. Entre ellas, se beneficia también de la dirección a las cuatro ruedas (4Control), lo que aporta una gran dinamismo en curvas. A veces hay que tenerlo en cuenta porque redondea mejor y más rápidamente los giros, aportando una eficacia que se percibe rápidamente. Y gracias a ello te planteas si el no tener la geometría trasera independiente es una pega o no.

Además, la amortiguación gestiona perfectamente la carrocería de este coche y por eso el comportamiento es tan fiable. Del trío aquí presentado, es el único tracción delantera. Puedes hacerlo subvirar a la salida de la curva o, por el contrario, con poca habilidad, que sobrevire ligeramente para sentir la deportividad a flor de piel y de paso hacer mejores giros todavía. Es divertido, práctico, rápido y efectivo.

El motor de 4 cilindros y 1,8 litros sobrealimentado por turbocompresor es sencillamente una delicia. Tiene una excelente respuesta al acelerador y su mejor aliado, sin duda, es el cambio automático de doble embrague, EDC, con levas en el volante. En conjunto, proporciona una agilidad de conducción que convierte al RS es un coche que quieres conducir en todo momento. Demuestra claramente que no hay que desembolsar cantidades astronómicas para tener un inmejorable resultado en carretera.

Porsche 718 Boxster

Sobre el Porsche 718 Boxster con cambio de doble embrague también (los tres coches que aquí os proponemos lo tienen) solo tengo alabanzas. Es el de mayor coste, sí, aunque no sean comparables, y con elementos opcionales quizá también de mayor precio, pero no me parece desorbitado para tratarse de un Porsche, y menos en versión descapotable.

Es arrancar este coche, con la llave a la izquierda, y subir proporcionalmente las emociones en el cuerpo. Es como si tu cerebro se convirtiera en la centralita de todo el coche, tú fueras el ordenador central y el acople entre hombre y máquina fuese perfecto.

El habitáculo es ajustado, pero la postura de conducción resulta perfecta. Así de sencillo, con ese volante tan vertical y “atacable”. Elemental para conducir un coche de estas características y postura alemana 100%.

Trescientos caballos no son una enormidad, pero te aseguro que tiran de atrás con gran vivacidad y casi diría que singularidad. El turbocompresor, al que ya casi ningún coche de estos puede renunciar, y un cambio muy rápido también son los encargados de la efectividad en la cadena cinemática. Aunque no son los únicos.

Este Boxster es un coche bastante equilibrado, mucho, incluso siendo tracción trasera. La aceleración lineal y en curva está asistida primero por un chasis de primera, que aun siendo descapotable no vibra ni se retuerce, al menos que se sienta, y segundo por una motricidad sobresaliente.

Claro está que tiene controles de todo, desde la amortiguación al chasis, pasando por el diferencial y demás, pero es que la sensación de que puedes seguir dando gas en todo momento es muy alta. Tanto que, con un aplomo magistral, te sientes el rey del asfalto. No hay miedo a acelerar con él, ni siquiera ese poco antes en una curva antes del punto teórico. Lo permite y no hay ningún miedo. Es un coche que permite ir muy rápido con una sensación de control absoluta, lo que hace que parezca que no estés corriendo tanto. También es ágil y responde con prontitud a lo que le ordenas desde la dirección, los frenos y el cambio. Es esencial que así sea, y lo cumple con creces.

Por calidad, comportamiento intachable y divertido, sobriedad pero con diseño y equipamiento, incluso por precio, el 718 Boxster es una forma muy equilibrada de tener un descapotable, una potencia más que decente y un comportamiento y unas sensaciones de verdadero deportivo.

Cupra Ateca

Es el primer modelo de Cupra, que, y aquí acabamos con la referencia, parte del Seat Ateca. De los tres coches de este club, coincide en potencia con el Boxster con esos 300 caballos. Y no hay que echarse las manos a la cabeza porque sea un SUV. Por eso también es un tracción total ya de paso.

Por precio, además, entre los de su segmento es otro aventajado. Si no llegar a los 45.000 euros ya es un buen punto de partida, con un carácter tan deportivo entre los SUV es difícil, complicado, buscar algo similar. 

Para el mercado español, cuenta con algunas características propias. Por ejemplo, de serie podemos contar con la ruleta de detrás del pomo del DSG y seis modos de conducción. Otro punto más, porque es un vehículo muy completo que con cosas como el pack Performancepack puede serlo todavía más.

En conducción es muy versátil. Vas más alto que en los otros dos coches, especialmente el Boxster, pero la sensación es la de ir en una berlina, o casi. La respuesta al acelerador resulta casi inmediata, porque se trata de un motor ampliamente conocido en otros productos del Grupo VW. El cambio aquí también acompaña, siendo el aliado perfecto.

En modo deportivo, en el Individual para ser exactos, el que a nosotros más nos gusta, el control del balanceo y la respuesta de motor y cambio son los más adecuados. El centro de gravedad está más alto, pero, como pesa poco y la relación peso/potencia es más que positiva, el resultado es un SUV vivo y ágil donde los haya, así de sencillo. Excelente en cualquier tipo de situación, urbana o de carretera, aunque sin llegar lógicamente a los límites del Mégane RS o el 718 Boxster.

Estéticamente también cuenta con un punto a favor. Si se opta por detalles como ruedas y otros en ese color cobrizo, hay un plus de originalidad añadida. La gente te mira, aunque eso no es lo más importante. Lo cierto es que está conseguido ese toque deportivo, como con los cuatro tubos de escape, pero sin llegar nunca a desentonar. Y en esto de la imagen y la deportividad se puede tirar también por enriquecerlo con los asientos Recaro opcionales o frenos más gordos. Muy logrado en todos los sentidos. Un acierto.

Cada uno vale lo suyo

Al final, las cosas están claras, más o menos. Si lo que buscas es un coche rápido, deportivo, valido para todo, el Cupra Ateca lo soluciona todo y más, porque hasta podrías hacer algún tipo de camino de dificultad baja con él, y con los otros no. Los 300 caballos, un chasis de fábula, una agilidad casi inusitada para un SUV y un cambio de doble embrague perfecto hacen de este coche un acierto seguro. También por precio.

El 718 Boxster es el más caro de estos tres coches, pero no lo es en una valoración general, y es un Porsche. Muy exclusivo también por sus 2 plazas y su carácter descapotable, es un propulsión excepcional, también con 300 CV y mucha fuerza de empuje. Rebosa calidad y cuenta con un puesto de conducción especialmente óptimo.

Con el Mégane RS de 280 caballos hay una cosa clara: tiene un precio casi de derribo, porque tener un compacto GTI por excelencia como este por menos de 33.000 euros resulta muy competitivo. Motor, cambio y chasis ponen en bandeja un disfrute pleno y diversión en cada curva. Sencillamente recomendable si se busca eficacia por encima de marca de renombre, por ejemplo.