Comparativa de deportivos ligeros

Mercedes-Benz A 250, Audi A3 Sportback y BMW 125i, escala de valores

A veces, las opciones como estos tres coches, opciones intermedias entre precio y potencia, pero deportivos, son ideales.

Tres deportivos ligeros.

Tres deportivos ligeros. / JORGE BRICHETTE

Que el mundo del automóvil ofrece una amplísima franja de vehículos es del todo sabido. Incluso dentro de los que más nos gustan a nosotros la oferta resulta grande. Y es justo en estos tres coches donde encontramos, bajo formas similares, e incluso precios y potencias más o menos iguales, diferencias significativas.

Así, mientras que el de los aros se queda a las puertas de los 200 caballos, y mientras que los otros dos le sobrepasan e incluso se igualan en esos 224 CV, estos tres coches tienen algo en común: un punto de deportividad, bien por sus acabados o bien por su equipamiento, que incluye suspensiones deportivas, asientos más racing y hasta ajustes de suspensión que van de lo cómodo a lo duro para soportar las mayores prestaciones. Están aquí justo por eso.

Cada uno de estos tres vehículos tiene en su gama modelos mucho más potentes, con más prestaciones y también mucho más caros. Por eso, mientras el A3 reúne tres cualidades formidables, como son comportamiento, motor y precio, el 125i hace lo propio con la particularidad de ser además el más deportivo de conducción. Por su parte, el A 250 es cómodo, pero prima también otras cosas como un interior con una gran pantalla digital horizontal, menospreciando un estilo más clásico y, si cabe, más racing.

Deportivos ligeros

Si quieres más potencia, mucha más, cada uno de estos coches tiene un hermano mayor, con carácter verdaderamente racing. El Audi lo encuentra en el RS 3, el BMW en el M140i y el Clase A en los AMG correspondientes. Pero todos ellos son harina de otro costal, por potencia y prestaciones, pero también por precio, ya que orbitan mucho más alto.

Así, tanto este A3 como el 125i o el A 250 comparten ser la antesala de los otros, pero mucho más asequibles. Es verdad que el precio del Mercedes es mucho más elevado que el de los otros dos, especialmente el del Audi A3, verdadero ganador por no llegar ni a los 35.000 euros.

Todos ellos son Premium, y eso escalidad tanto en el acabado como en el diseño. Audi y BMW recurren a cuadros, por ejemplo, más clásicos en su configuración. Aquí, el BMW es más “normal”, mientras que el A3 tiene el Virtual Cockpit, digital, pero con algunas de sus representaciones imitando a los relojes analógicos. Mercedes tira de una pantalla digital que ocupa prácticamente tres cuartas partes del salpicadero. Es digital, como digo, muy moderna, pero muy poco deportiva.

Los tres recurren también a motores de 4 cilindros y a la inestimable ayuda del turbocompresor para dar mucho de sí. Todos ellos son de 2 litros de cilindrada, pero con diferencias en cuanto a la potencia. El A3 se queda por debajo porque con 190 CV, no llega ni supera los 200. Cosa que sí hacen, clavando la cifra, sus rivales, que se sitúan en 224 caballos. Luego veremos que el A3 no se queda demasiado atrás en prestaciones porque su motor lo compensa, y mucho, con una alta cifra de par, y eso en aceleraciones o recuperaciones tiene mucho que decir.

Será por eso, y porque la potencia en el Audi está disponible antes que en sus otros dos colegas alemanes, y por peso y relaciones de cambio, y por el cambio automático S tronic (el Audi es el único que puede adquirirse tanto con cambio manual como automático), por lo que corre prácticamente tanto como ellos, y eso que la diferencia es de 34 caballos menos.

Si el motor del Mercedes tiene también una impronta importante, es decir, que sube muy bien de vueltas y encima empuja, el del BMW lo hace aún más genial todavía si cabe. También el del logo de la hélice hace valer el motor menos glotón del conjunto, y eso que los tres rebosan técnica como el que más. Son propulsores con una gran vida, muy modernos y, lo que nos importa, con tirón desde abajo y fuerza arriba también.

Y al hilo de esto, si ya te he contado que el Audi se puede elegir también con cambio automático, y tracción total o delantera, el BMW 125i no está disponible en versión xDrive, o de tracción total, y solo con el cambio automático. Exactamente lo mismo que le pasa al Mercedes, que solo se vende con cambio automático de 7 velocidades y tracción integral (4Matic). Así son las cosas.

El gran juez, la carretera

El gran juez, la carreteraLlegamos al punto que nos gusta. Porque para gustos, los colores, o sea, que para marca o carrocería, lo que a ti te guste. Pero en carretera las cosas son otras. Por peso, tipo de cambio y tracción, hay dos bandos. Especialmente por lo que atañe a esto último.

Me explico. El Audi A3 y el Mercedes A 250 tienen un tipo de conducción que cuando es rápida resulta muy cómoda, con mucha confianza. El de los aros se deja conducir de forma casi natural, se acopla al conductor casi como si ambos fueran uno.

Siempre ha demostrado esa facilidad, y el A3 es también el menos deportivo. Llegar a la curva es fácil, frenar también y tirar de cambio lo mismo, porque en este caso el S tronic que es lo que cuenta. Luego, el apoyo es franco y seguro, e inspira una confianza enorme. Va muy aplomado, pero también es fácil jugar con su carrocería. Sobre todo a subvirar, con lo que la conducción se hace fácil, pero también puedes jugar a balancearlo, ahuecar o mover el volante rápido para hacer que la trasera baile un poco, siempre muy controlado, muy suave.

Si en el Audi puedes jugar con los modos de suspensión, dirección, amortiguación, etc., lo mismo sucede con el BMW y el Mercedes. El BMW es el más deportivo de los tres cuando de divertirse y conducirlo se trata. Su condición de tracción trasera, aun muy amordazada cuando llevas los controles puestos, requiere otra forma de atacar una curva. Es un coche cómodo, pero aquí el que filtra de verdad todo como si de una alfombra persa se tratase es el Audi. El BMW requiere apuntar, dejar de dar gas y, casi como si estuvieras en una clase teórica de conducción, dar gas justo a la salida de la curva. Si no lo haces así, no pasa nada, pero te obliga a ir rehaciendo la trayectoria, y si vas muy rápido, se traduce en pérdida de tiempo, ineficacia o más trabajo con el volante del que se debería. Incluso con los controles puestos, un acelerón fuerte desde parado o en mojado con la dirección totalmente girada, y las ruedas traseras permitirán un ligero deslizamiento que enseguida se encargan de parar con habilidad las electrónicas de turno; y será total sin el control de estabilidad puesto. El 125i es en conjunto muy ágil y, como te digo, el más deportivo.

El de la estrella, de tracción total y con los mismos caballos que el BMW, también es el más pesado. Las diferencias no son enormes, es verdad, pero todo cuenta. El A 250 4Matic es un coche más cómodo que deportivo, aunque tenga ese toque como los demás al poseer detalles del acabado AMG. Pero no busca eso. Y eso que es un coche rápido, con un motor que, como el de los demás, no es de gran potencia, pero sí de gran eficiencia y con un tirón suficiente para mover con gran soltura el vehículo y que te pongan multas hasta en el pasaporte.

Por eso, frente a coches similares, con un gran equipamiento, con una gran calidad percibida, hay dos grupos. Los cómodos, Audi y Mercedes, porque la tracción total les imprime un comportamiento ejemplar, sano, aplomado. Especialmente el Audi, que parece, vuelvo a decirlo, un guante en una mano.

El BMW es el más divertido y deportivo. No es incómodo, pero es un propulsión que, para los que les gusta, es perfecto, y para los que no, quizá haya momentos en los que suponga una singularidad que no se quiere.