TECNOLOGÍA

Cuanta más autonomía tenga el coche, ¿menos hábil es el conductor?

La tecnología semi-autónoma trae consigo un problema nuevo: los conductores olvidan que están conduciendo.

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Marcas como Tesla ya buscan maneras de tener al conductor 'conectado' con la carretera. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

Cuando un coche frena solo en situaciones de emergencia, vigila el ángulo muerto, mantiene al conductor dentro del carril y puede fijar una velocidad y distancia fija con los coches de delante, ¿el conductor puede perder su habilidad al volante? Según Bloomberg, algunos fabricantes de coches empiezan a temer que la respuesta sea afirmativa.

La tecnología de seguridad activa, que además de todo lo mencionado puede hacer que los coches aparquen solos, evitar atropellos, mantengan la marcha unos segundos... se está extendiendo de los coches premium a los coches más utilizados y asequibles muy rápido. Ahora, cualquier marca incluye estos sistemas en sus coches, como extra, para mejorar la seguridad a bordo del vehículo. Estos sistemas autónomos, siempre según Bloomberg, han demostrado una mejora de la seguridad pero, como consecuencia, también están mermando las capacidades de los conductores.

En Estados Unidos, los accidentes mortales por culpa de distracciones han aumentado este año y algunas aseguradoras otorgan la culpa a estos sistemas porque, con cada ayuda que el coche incorpora, el conductor deja de prestar atención en aspectos con los que debería tener cuidado. Además, estos últimos años, el uso del teléfono para mandar mensajes, navegar por Internet o manipular sistemas de infotainment y el navegador ha aumentado de manera importante. Estos sistemas fueron pensados para compensar pequeños despistes puntuales al volante. Sin embargo, parece que los usuarios estón poniendo demasiada fe en las nuevas tecnologías.

LA REACCIÓN DE LOS FABRICANTES

Según medios especializados, los fabricantes de automóviles están aterrorizados por esta tendencia de los usuarios a dejar de prestar atención en la conducción. Las compañías están buscando maneras de mantener al piloto comprometido, aun teniendo tanta tecnología de seguridad a su alcance, y que no corran a coger el móvil mientras conducen.

Por ejemplo, General Motors, en Estados Unidos, ha instalado tecnología de seguimiento ocular en el sistema Super Cruise que sus Cadillac montarán el año que viene. El Super Cruise permitirá que los conductores dejen el volante y el vehículo siga su curso de forma autónoma. Sin embargo, el fabricante quiere que, con la tecnología, se obligue al conductor a mirar a la carretera, desactivando la opción si desvía la mirada. Por otro lado, Tesla limitó el año pasado el tiempo que los pilotos pueden ir sin tocar el volante usando la función 'Autopilot' de sus vehículos.

DEMASIADA CONFIANZA

La Universidad de Michigan hizo, hace unos meses, un estudio sobre el uso de la alerta de punto ciego al cambiar de carril. La conclusión avisaba que los conductores con el sistema incorporado en su vehículo fallaban mucho más al vigilar si un coche venía por el punto ciego porque, al tener la alerta, muchas veces dejaban de comprobarlo por sí mismos. "Los pilotos confían más en los sistemas de seguridad que en ellos mismos", sentenciaba el estudio. 

Las marcas buscan nuevas maneras para que los conductores mantengan la atención en la carretera pese a usar la tecnología autónoma o semi-autónoma.

A medida que se acerca la era de los coches autónomos, los propietarios de vehículos con sistemas semi-autónomos se sienten seguros y están satisfechos con la posibilidad de poder dejar, en manos del automóvil, situaciones de atasco o, incluso, descansar en trayectos largos mientras la marcha continúa. El problema está en que, según Bloomberg, muchos consideran que estas ayudas son capaces de tomar todo el control, con poca o casi ninguna acción humana.

Mientras los fabricantes modifican sus sistemas para obligar a los conductores a que sigan conectados a la carretera mientras usan las opciones autónomas de sus coches, Bloomberg ha realizado una encuesta en la que se les preguntaba, a casi 3.000 personas, qué harían en el coche si fuera totalmente autónomo. Lejos de seguir concentrados en la marcha, la mayoría (45%) haría llamadas, después los conductores optarían por comer, mandar whatsapps o emails, leer, ver la televisión o incluso dormir, meditar y beber alcohol

Los vehículos autónomos cada vez están más cerca pero parece que otro problema, no contemplado hasta ahora acecha en un futuro. Los fabricantes están de acuerdo en que estos coches serán más seguros y se reducirán los accidentes si los conductores no olvidan que, pese a dejar de conducir, seguirán siendo conductores y, en consecuencia, deberán mantener los cinco sentidos en la carretera.