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BMW M2: El 'juguete' más divertido de BMW

El BMW M2 coupé es un deportivo de 370CV de potencia que completa por abajo la aclamada gama ‘M’ del fabricante bávaro

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Germán García

El BMW M2 coupé es un deportivo de 370CV de potencia que completa por abajo la aclamada gama ‘M’ del fabricante bávaro, una de las más icónicas y legendarias de la historia del automovilismo deportivo de calle.

Hasta ahora, la exclusividad y deportividad que entrañaba el apellido ‘M’ empezaba en la Serie 3 y su mítico M3, que en la actualidad luce unos despampanantes 431CV de potencia, que escalan hasta los más de 560CV del actual M5. Unos prodigios mecánicos con los que, evidentemente, no puede competir el ‘pequeño’ M2.

Dicho esto, y una vez puesto sobre el asfalto, el M2 es, sin embargo, un verdadero juguete, un coche más humano y comprensivo con las limitaciones de la media de los automovilistas. Cualquier usuario con un mínimo de sentido de la conducción puede manejar el M2, que le proporcionará unos niveles de satisfacción altísimos.

Una de las grandes virtudes de este coche, al margen de su impactante y seductor diseño y la fuerza de su empuje desde cualquier régimen de revoluciones, es la dirección, clave de su comportamiento y facilidad de manejo. En vehículos de alta potencia, el conductor debe preveer los movimientos con cierta antelación, adelantándose a las reacciones del vehículo, ya que un objeto de este peso y medidas lanzado a toda velocidad, no siempre reacciona como lo imaginamos en nuestra cabeza de usuario básico. Lo que a veces nos hace incómodo conducir deprisa con este tipo de vehículo, apareciendo el ingrato sudor frío.

Con el M2 eso no pasa. La dirección (eléctrica) es precisa, milimétrica y muy directa. El coche va donde apunta el conductor, ayudado por una maravillosa electrónica, y recupera con rapidez para afrontar el siguiente volantazo, cosido al asfalto para trazar curvas como si de expertos pilotos se tratara. Esa conducta de la dirección ofrece una gran confianza y tranquilidad al volante, libera miedos y nos permite disfrutar en el sentido más amplio de una intensa conducción. Todo ello, apoyado en unos magníficos frenos (discos de 380mm delante y 370 detrás) que paran el coche en una distancia mucho más corta de lo habitual, y un cambio automático de 7 velocidades con levas en el volante, que se puede regular electrónicamente para determinar el comportamiento más o menos deportivos del coche. La tracción trasera y unas llantas de 19’ para un tren dinámico, prácticamente de coche de circuito, completan la personalidad arrolladora de este magnifico deportivo.

Otro plus que aporta el M2 es que estéticamente se diferencia con mucha claridad del resto de la gama, y que se ha ensanchado 8mm para poder compartir componentes mecánicos de sus hermanos mayores M3 y M4, dando a la imagen del vehículo un visualización más musculosa y potente.

El interior combina detalles exclusivos que se alinean con el espíritu deportivo del coche, sin renunciar a los elementos más lujosos y de confort de la marca alemana. El puesto de conducción y el del copiloto nada tienen que envidiar a los del M3, siendo las plazas traseras y el maletero el punto débil, por decir alguno, del modelo.