Àlex Palou o el éxito a contracorriente

La carrera de obstáculos de Palou para poder cumplir su sueño en la IndyCar

"Sin Adrián Campos no habría llegado", reconoce Àlex sobre su descubridor, fallecido en enero

Adrián Campos impulsó la carrera de Àlex Palou

Adrián Campos impulsó la carrera de Àlex Palou / Campos Racing

Laura López Albiac

Laura López Albiac

“El primer día que vi correr a Àlex sentí las mismas vibraciones que cuando vi correr, por vez primera, a Fernando Alonso, las mismas”. Las palabras de Adrián Campos, fallecido en enero pasado, cobran hoy más sentido que nunca. Ex piloto, pionero español en F1, mánager y descubridor de talentos, el fundador de Campos Racing se habría sentido el hombre más feliz de la tierra viendo triunfar a lo grande a Àlex Palou (Sant Antoni de Vilamajor, 1/4/1997), que este domingo hizo historia al proclamarse campeón de la IndyCar y convertirse en el primer español en lograrlo.

Aunque pueda parecer un tópico, el camino al éxito ha sido tortuoso. Àlex nació en el seno de una familia humilde y sus padres, veinteañeros, no tenían ninguna vinculación con el motor. Eso sí, papi Ramón no se perdía una carrera de Fórmula 1 en televisión. Era fan de Michael Schumacher. Cada día, camino de la escuela, en las faldas del Montseny, el pequeño Àlex pasaba por delante del karting de Cardedeu y pedía que le llevasen allí. Tenía 4 años y no llegaba a los pedales, pero su ilusión era tal, que la familia ahorró para regalarle un kart de segunda mano por su quinto aniversario.

Con seis años ganó su primer campeonato social en el desaparecido Karting de Lliçà de Vall. Su padre, sin nociones de mecánica, aprendió sobre la marcha y un par de años después ya sabía montar y desmontar un kart de todas las formas posibles. Comenzaron en el campeonato catalán con su propia y modesta estructura y pudieron seguir adelante ya gracias a la financiación, primero en Benikarts y más tarde con Genís Marcó, el mismo que en su día encarriló la carrera de Alonso. Tras ganar el campeonato de España de KF3, Palou logró fichar por el CRG de Giancarlo Tinini y empezar a despuntar a nivel internacional. Entre sus compañeros de equipo se encontraba Max Verstappen. "Una bestia en la pista y un chaval muy majo y buena persona fuera de ella", recuerda.

Los Palou consiguieron una beca para que Àlex pudiese compaginar estudios y preparación física en el CAR de Sant Cugat. Dejó su casa y a su familia con solo 13 años persiguiendo un sueño que cada vez se complicaba más por el esfuerzo económico que implicaba y la permanente búsqueda de patrocinadores. Quedó segundo en el Europeo 2012. El campeón fue George Russell.

Entonces apareció Adrián Campos y le propuso a Àlex dar el salto a monoplazas. El manager de Alzira le acogió como a un hijo, le alojó en su casa y guió sus pasos en la F3 española y las GP3 Series. Un camino de 'espinas' en el que Palou alternó grandes victorias y profundas decepciones.

La temporada 2016 fue un desastre y después de aquello parecía que no había futuro. Pero surgió la oportunidad de emigrar a Japón y Àlex no se lo pensó. Con 19 años, se adaptó a las costumbres y al país en tiempo récord y empezó a destacar en la F3 nipona con Threebond Drago Corse. Campos aún le llamó para algunas carreras de World Series, pero sus caminos se acabaron separando. Palou consiguió una plaza en el prestigioso Super Fórmula, la élite de monoplazas en Japón, en 2019. Aquello le abrió las puertas de la IndyCar al año siguiente, en el discreto Dale Coyne Racing. A pesar de ser ‘rookie’ y de no tener un coche ganador, Palou consiguió eclipsar a Alonso y situarse séptimo en la parrilla de las 500 Millas de Indianápolis 2020. La aventura acabó con un accidente en carrera , pero le sirvió para captar la atención de los equipos más poderosos de la Indy.

La última vez que Àlex y Adrián se vieron, en diciembre de 2020, un mes antes de su muerte, Campos se emocionó cuando su joven ‘perla’ le contó que había fichado por Chip Ganassi, el equipo campeón de EE.UU. “Si soy piloto de IndyCar es porque Adrián vio algo en mí. Apostó por mí cuando nadie más lo hizo. Me dio la oportunidad de correr en monoplazas, algo que yo ni siquiera me había planteado porque no tenía el presupuesto para abrirme camino en un mundo tan caro”, dijo Palou al enterarse del súbito fallecimiento de su mentor. “Lo que más me apena es que no pueda estar con nosotros para ver y disfrutar del fruto de todo lo que él ha hecho posible”. Sea como sea, Campos forma parte del hito histórico de Àlex.