Renting

El renting, una alternativa ante la incertidumbre del sector

Cada vez más personas optan por el renting ante la incertidumbre de los carburantes y el lento avance de los eléctricos.

El renting se consolida como alternativa ante la incertidumbre.

El renting se consolida como alternativa ante la incertidumbre. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

El número de clientes de renting en España se incrementó en 2018 un 38,73% respecto al 2017 hasta alcanzar los 141.163 y las empresas de renting fueron las responsables del 20,27% de las compras totales de coches en el país (267.732 unidades). El renting está de moda, entre otras modalidades de adquisición de vehículos como el leasing. "El renting vive el mejor momento de su historia en España", dijo Agustín García, presidente de la Asociación Española de Renting (AER). ¿Por qué? Por la incertidumbre en el sector.

El renting ha dejado de verse como una buena opción para las grandes empresas, que se valen de esta forma de alquiler para crear sus flotas de vehículos. El número de particulares y autónomos que optaron por esta alternativa se incrementó en 24.205 unidades el año pasado. El renting se ha convertido en la vía de escape ante la incertidumbre de los carburantes, de la propulsión e incluso de los modelos de negocio en el sector del automóvil, donde los rápidos avances tecnológicos han desdibujado el futuro. Solo se sabe, según las marcas, que el futuro es eléctrico y que el concepto de propiedad cambiará.

¿Por qué cada vez más gente opta por el renting?

Cuando un usuario indaga en el mercado en busca de un nuevo vehículo, la actualidad política y del sector le obliga a hacerse varias preguntas, siendo la propulsión la gran protagonista. ¿Diésel o gasolina? ¿Han avanzado ya los eléctricos lo suficiente? ¿Y la opción híbrida? La tendencia general ha sido la de abandonar el diésel y apostar decididamente por la gasolina por culpa de la demonización de un carburante esencial para reducir las emisiones hasta la consolidación de los eléctricos. Los resultados arrojan que el 52,8% de los coches vendidos en España el año pasado fueron gasolina, el 33,8% diésel y solo un 5,9% híbridos y eléctricosaumentando las emisiones de CO2 en el país por segunda vez en 10 años, la primera fue en 2017.

Ante esta batalla de carburantes, con un ataque sin precedentes hacia el diésel, la equiparación de su precio al de la gasolina, las normativas de restricciones a las grandes ciudades (más duras para los diésel), el precio elevado de los eléctricos y la falta de infraestructura de carga, el usuario no tiene muy claro hacia donde orientar su compra. Si a esto se le suman los rumores de nuevas ayudas próximamente, el comprador también duda sobre si ahora es buen momento para comprar.

Es en este momento cuando el renting aparece como gran opción, ofreciendo un alquiler a medida durante dos, tres o cuatro años para disponer de un coche nuevo, además de con el mantenimiento incluido, mientras la industria y el gobierno deciden el camino a seguir y el destino de los combustibles fósiles y la tecnología eléctrica y los nuevos servicios de movilidad van tomando forma. Además, en caso de terminar el contrato de renting y seguir la incertidumbre, el usuario puede optar por renovar y recibir otro coche nuevo. Por si fuera poco, la felxibilidad de esta alternativa, con la posibilidad de personalizar cada contrato a partir del uso individual que se le vaya a hacer al coche, aumenta el atractivo del renting.

Una movilidad más sostenible

Según el último informa de la AER, el renting, además, se ha convertido de rebote en un alternativa más sostenible. Las empresas de renting han optado por incrementar sus flotas mayoritariamente con vehículos diésel, siendo diésel el 64,32% de los matriculados en 2018, gasolina el 28,19% y el 1,07% eléctricos o híbridos enchufables. Aunque este número es bajo, el 33,41% de las ventas totales de eléctricos en España han sido vendidas a empresas de renting.

Este hecho se tradujo en unas emisiones medias de los vehículos renting matriculados en 2018 de 117,36 gramos de CO2 por kilómetro, en comparación con los 122,25 g/km del resto del mercado. El consumo medio también fue más bajo, 4,61 l/100 km frente a los 4,99 litros del resto del mercado. Además, desde 2012 las empresas de renting han reducido un 12,38% sus emisiones un 9,61% el consumo medio de sus coches, más que el resto del sector, donde el descenso ha sido del 10,16% y del 7,14%, respectivamente.

Por todo esto el renting está sumando popularidad y ha dejado de ser ese gran desconocido reservado solo para las flotas de las grandes empresas. Mientras los avances tecnológicos y las tendencias políticas han sumido a la industria en una fase de incertidumbre y transición, el renting, y otras formas como leasing, están aprovechando para hacer caja.