Precio de los carburantes

¿Por qué ha subido el precio de la gasolina este puente?

El precio de los carburantes se ha visto empujado por el incremento del precio del crudo.

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El preicio de los carburantes no solo depende del precio del crudo. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

No es extraño ver un repunte de los precios de los carburantes a las puertas de algún tipo de fiesta en el que se prevea un incremento relevante de los desplazamientos. Con el puente de la Constitución, el precio del litro de gasolina y el de gasóleo se ha encarecido hasta superar en el caso de la gasolina, el euro con 30 céntimos, y en el del gasóleo el euro con 20 céntimos.

Según los datos de diéselogasolina.com, que usa los datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el precio de la gasolina se ha incrementado esta semana hasta, superando el euro con 30 céntimos. En noviembre se alcanzaron cifras parecidas, pero tras un tímido descenso, el precio vuelve a repuntar. En cuanto al diésel, desde el 1,218 euros por litro registrado el día 25 de noviembre, la cifra ha ido creciendo hasta los 1,224 de las últimas jornadas.

Comparativa precios carburantes

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¿Por qué sube el precio de la gasolina?

El incremento de precios justo antes del puente de la Constitución se debe a la tímida subida de los precios del crudo antes de conocerse los detalles de otro posible recorte en la producción. Este jueves, el barril de Brent, de referencia en Europa, se situaba en los 63,13 dólares, mientras que el Texas, de referencia en Estados Unidos, hacía lo propio en los 58,34 dólares.

El impacto de una posible subida de los precios del crudo sería notorio para el consumidor, pero no excesivo, porque su cotización constituye menos de la mitad del precio total del carburante. Según varias webs especializadas, del total, el precio del petróleo solo contribuye en el 47% del precio del diésel y del 42% de la gasolina. 

De este modo, el resto del precio corresponde a dos grandes bloques: los costes fijos, que corresponden a la logística, la comercialización y la amortización y remuneraciones de minoristas y mayoristas; y los impuestos, entre los que suman el IVA, que en 2012 subió del 18 al 21% para carburantes, los Impuestos especiales de hidrocarburos y el Impuesto especial sobre ventas minoristas. El Impuesto especial sobre ventas minoristas es la principal causa de que el precio varíe según cada comunidad y provincia en España. Así, teniendo en cuenta que los costes fijos suponen, apróximadamente un 9% del precio, el total atribuible a impuestos varía entre el 42 y el 48% según el tipo de carburante. 

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El precio del carburante antes de la aplicación de los impuestos nunca es fija, es decir, varía según la cotización internacional del barril de petróleo. Este precio puede verse afectado por la demanda y la zona en la que se extrae la materia prima, entre otros muchos factores, como el ataque sufrido por las dos refinerías de Arabia Saudí el pasado mes de septiembre. En ese sentido, las condiciones económicas de cada país y las fluctuaciones internacionales del mercado afectan al precio que España paga por la materia prima y, sumando también el cambio entre el dólar y el euro, todos estos factores contribuyen al precio del citado barril de Brent.

Además del precio del barril de Brent, hay otros factores que influyen también en el precio del carburante antes de los impuestos. En primer lugar, como en todo el mercado, la ley de la oferta y la demanda hará que el precio varíe, es por eso que en verano sube la gasolina y en invierno el gasóleo. En este caso, si la OPEP decide reducir la producción de crudo, se producirá una disminución de la oferta por lo que el precio del carburante antes de impuestos subirá.

Finalmente, tras conocer el precio de la materia prima, hay que sumarle los mencionados costes fijos, destinados a cubrir a todos los actores que participan desde que el petróleo se extrae, hasta que la gasolina entra en el depósito de los coches. Una vez sumado el precio del carburante y los costes fijos, entrarán en juego el Impuesto sobre hidrocarburos, el Impuesto especial sobre ventas minoristas y, finalmente, el IVA para determinar el precio final del litro de carburante.