LA GRAN BATALLA

La competencia en los coches entre el móvil y el navegador

Los fabricantes buscan la manera de vender sus navegadores compitiendo con el potencial de los teléfonos móviles.

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¿Para qué comprar el navegador si ya tenemos un móvil? / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

Internet lo ha cambiado todo. Los medios de comunicación, la forma de comunicarse, la forma de conseguir información, la manera de hacer la compra, los Smartphones, las televisiones, los ordenadores y un largo etcétera. Internet es la herramienta más potente del mundo y muchos sectores aún están aprendiendo y adaptándose a la gran red. No todo son ventajas, claro está, y hay avances que están pisando otros avances. Una de las preguntas que se estarán haciendo muchos fabricantes de coches es la siguiente: ¿Cómo hago que mis clientes pagen una cantidad importante de dinero por un producto, cuando casi todos tienen uno mejor en el bolsillo?

Los Smartphones son uno de los problemas a los que se enfrentan los fabricantes de automóviles cuando pretenden vender sus sistemas de navegación y conectividad. Las marcas deben competir con aplicaciones del calibre de Apple Maps y Google Maps, apps que ofrecen información actualizada al segundo, datos de tráfico, obras y cualquier percance que pueda suceder en la cerretera. Además, estas herramientas están disponibles en cualquier móvil hoy en día, algo que hace que casi todo el mundo tenga acceso fácil a ellas, ya que ni siquiera se necesitan teléfonos de gama alta.

LA NECESIDAD DE ESTAR A LA ALTURA

Muchos de los sistemas de navegación actuales no pueden competir con las aplicaciones antes mencionadas. La gran mayoría aún no disponen de información a tiempo real del tráfico, aunque empiezan a surgir las marcas que lo ofrecen, información de interés, como gasolineras, y tienen un problema muy grave, cuesta mucho actualizarlos. Soluciones pasajeras como Apple CarPlay y Android Auto pueden conquistar a un buen número de compradores, pero no deja de ser una solución rápida que, en esencia, es copiar la pantalla del teléfono en la del coche y, además, obliga a los fabricantes a ceder una parte muy importante de la experiencia de conducción a otras empresas con las que no están vinculados.

El hecho de que la información de los navegadores de vehículos guarden la información de forma local hace que muchas veces sea imprecisa, descatualizada y desfasada y que, por falta de tiempo o conocimientos, el conductor no actualice con frecuencia, lo que hace que se decante por el teléfono para utilizar estas funciones.

Las marcas están mejorando sus sistemas de navegación y conectividad a marchas forzadas permitiendo el almacenamiento de información importante para conocer las preferencias del conductor y mejorar su experiencia. De la misma manera, la llegada del Wi-Fi a los coches permite actualizaciones periódicas de los sistemas de navegación, solventando así uno de sus problemas más importantes, y también la alerta de atascos y del tráfico en tiempo real, aunque todavía se quedan por detrás de los teléfonos en este aspecto. Además, son estos sistemas de los coches los que son cruciales para desarrollar uno de los avances más sonados de los últimos años, la conducción autónoma.

OFRECER OTROS PRODUCTOS

Además de ofrecer aplicaciones como Apple CarPlay o Android Auto, otro 'truco' que han encontrado algunos fabricantes es ofrecer equipamiento que los compradores quieren con la compra obligada del navegador. Por ejemplo, el comprador de un Volvo XC60, uno de los SUV de gama alta más populares del momento, que quiera el panel de instrumentos digital, se verá obligado a comprar un pack de 1.608 euros que incluye el sistema 'Sensus Navigation' y el 'Smartphone Integration' con las aplicaciones de Apple y Android. Otras marcas que utilizan este método son Audi o Alfa Romeo.

Sin embargo, aún con sus limitaciones, los navegadores de los fabricantes tienen sus propias ventajas, que podrían explotar, junto con la mejora de la tecnología, para dejar el modelo de ofrecer otros productos en un paquete con el navegador. Por ejemplo, están perfectamente integrados en el diseño del coche, en la experiencia de conducción del vehículo, no precisan de algún extra que aguante el móvil, no se quedan sin batería y no precisan de la necesidad de enchufar un cable en el coche.

CAMBIO DE TENDENCIA

El cambio de tendencia, sin embargo, llegará con nuevos modelos como el Audi A8 o el Porsche Cayenne de 2019, que ofrecerán sistemas basados en información guardada en la nube y en constante actualización. El A8, por ejemplo, utilizará un sistema llamado 'Here', que también podrán utilizar BMW y Mercedes, que aprenderá las rutas preferidas del conductor para sugerir nuevas rutas en función del tráfico, las condiciones meteorológicas y las preferencias de su conductor. 

Los conductores de coches con navegadores de última generación que utilicen el sistema 'Here', por ejemplo, podrán utilizar la aplicación 'Here' en su teléfono para buscar una ruta y después transferirla a su coche para que le conduzca al destino deseado. Además, 'Here' tendrá en cuenta las condiciones de la vía y del tráfico para proponer soluciones ante los problemas que puedan surgir durante la marcha y dispondrá de la información del tiempo y de la carretera, así como los límites de velocidad y demás informaicón importante para avisar al conductor.

Otros sistemas permitirán la interacción entre conductores, como el 'Vehichle to Vehicle' de Cadillac, que podrán alertarse entre ellos acerca de percances como accidentes, radares, puntos peligrosos y otras cosas a destacar que puedan surgir durante la marcha para que los demás conductores reciban la alerta y estén constantemente actualizados. Así, la mejora de los navegadores hará que sean competitivos y su compra sea algo que proponerse porque podrán ofrecer más información que los teléfonos móviles, sus grandes rivales.