Arguiñano, al rescate de María Herrera en el Mundial

María Herrera ha disputado lo que llevamos de temporada en el Mundial de Moto3 con un interrogante en el carenado de su KTM. Era la señal de la falta de patrocinadores que le permitieran continuar su desafío en un campeonato en el que es la única mujer.  Desde ahora y como mínimo en las próximas cinco carreras, las que quedan hasta Valencia, la toledana tendrá apoyo de dos esponsors, la marca Yatekomo, de Gallina Blanca, y hogarmanía. Ambas llegan de la mano de Karlos Arguiñano, cocinero mediático y propietario de la escudería AGR en el Mundial.

"Soy padre de ocho hijos y sé lo que es verles sufrir. Ayudo siempre que puedo y me pareció una idea magnífica echarle una mano a María, una piloto de raza que se bate el cobre con tíos", explicaba este jueves Arguiñano en  el circuito de MotorLand, en  el que se ha presentado el proyecto. "Es posible que tenga continuidad la próxima temporada, pero aún es pronto para poder decirlo", añadió.

La piloto de Oropesa (Toledo) ha reconocido que "resulta un alivio poder contar con algún patrocinador, pues al principio de la temporada fue muy complicado ya que no estaba ciento por ciento concentrada en pilotar. Siempre tenía un poco en mente cuánto cuesta esto, el dinero que cuesta todo, etcétera, y aunque lo llevaba todo mi padre, que ahora confíen en mí es un peso que me quitan de encima".

Para empezar, la ayuda de Arguiñano le permitirá acabar el campeonato. "Psicológicamente he tenido que ser muy fuerte, ya que hay veces que te vienes abajo por todo lo que tenía que pagar mi padre después de la trayectoria que llevamos, pero, bueno, empecé muy bien en Catar y ya en la segunda carrera puntuamos. No lo he hecho mal, pero la verdad es que la falta de test me ha perjudicado un poquito", señala María.

Su padre, Antonio Herrera, emocionado por el giro que ha dado la situación, ha explicado que "la situación era difícil, ,aunque yo intentaba no transmitirle mi preocupación. La alegría ahora es enorme  y intentaremos trabajar y luchar para estar a la altura de quienes nos han ayudado". Recuerda que decidió poner dinero de su bolsillo para que María pudiese correr el campeonato este año: "Avalé todo el proyecto con mi negocio y estaré las próximas seis o siete vidas pagando, pero en Toledo somos así, valientes, y teníamos claro que intentaríamos llegar  hasta el final". A partir de este momento y gracias a Karlos Arguiñano, el camino será más suave.