El Gran Premio de Catalunya, en tres claves

Márquez celebra el podio en el GP de Catalunya con sus fans

Márquez celebra el podio en el GP de Catalunya con sus fans / Valentin Enrich

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Gran Premio de Catalunya, séptima cita del calendario de MotoGP, hizo vibrar a 99.783 aficionados en directo, en las gradas del Circuit de Barcelona y a muchos más en sus casas. Puro espectáculo el que nos ofrecieron Dovizioso, Márquez, Pedrosa, el trío de lujo en el podio, y también el resto de la parrilla, incluídos los hombres de Yamaha, Rossi y Viñales, peleando para cambiar su (mala) suerte en la carrera.

Estas son las claves del gran premio:

1. Los neumáticos están en el ojo del huracán

Maverick Viñales se pasó el fin de semana, del primer día al último, criticando el comportamiento de los neumáticos elegidos por Michelin para este gran premio. Es una evidencia, hay que darle la razón, que estas gomas asimétricas favorecen las características de una moto u otra según el trazado y que en Barcelona no se han adaptado a las Yamaha, como ya había sucedido en Jerez.

Las Honda padecieron especialmente en Le Mans y Mugello, mientras que la Ducati es la que ha conseguido un rendimiento más equilibrado a lo largo de las pruebas disputadas. Estos neumáticos son asimétricos, cambian en cada carrera y los pilotos han perdido la confianza en su rendimiento y fiabilidad.

2. Dovizioso le gana la partida a Lorenzo

Andrea Dovizioso ganó su segunda carrera consecutiva a los mandos de una Ducati, algo que la marca italiana no lograba desde 2010 con Casey Stoner, que a su vez era el último que había ganado en Barcelona con una Ducati (2007). La extraordinaria actuación de Dovizioso, que se ha colocado a solo 7 puntos de Viñales, contrasta con los problemas que aún tiene Jorge Lorenzo.

El mallorquín ha dado un paso al frente este fin de semana, pero aún le queda un largo camino para ser tan competitivo como era con la Yamaha. La Ducati se conduce más bruscamente, sobre todo en frenada, abriendo gas a tope enseguida, mientras que en su estilo de pilotaje prima el paso por curva, dejar correr la moto en las trazadas para mantener la velocidad.

3. La curva de la discordia que dará que hablar en el futuro

Los pilotos se plantaron el viernes por la tarde y, liderados por Valentino Rossi, exigieron que no se hiciera la chicane que se diseñó este invierno tras el accidente del año pasado de Luis Salom. Se exigió hacer la variante de F1 y que en 2018 se regresara al trazado original, retirando el muro con el que impactó el mallorquín.

Curiosamente, el viernes había habido solo dos caídas y el trazado llevaba el visto bueno de FIM y Dorna. El gran premio transcurrió sin mayores sobresaltos, pero nos queda la duda de qué pasará en el futuro, qué obras se van a exigir y qué obras se podrán hacer, que son dos cosas diferentes, ya que los pilotos también han pedido el reasfaltado del circuito.