Los precedentes del caso Julián Araujo

El estrés, el fax, las diferentes comunicaciones, la documentación incompleta... Son muchas las excusas que varios clubs han tenido que usar para explicar el fracaso en alguna de las operaciones incompletas al cierre del mercado de fichajes. Ha ocurrido siempre y no es de ahora, pero los casos de Julián Álvarez con el Barça o el de Ziyech con el PSG recuerdan a otras muy sonadas como la de De Gea y el Real Madrid.

En muchos casos, la gran mayoría, la razón de que la llegada de uno u otro futbolista no se diera es que una de las dos partes se ha echado atrás. El más reciente, sin ir más lejos, es el episodio vivido con Isco Alarcón, que incluso viajó a Alemania para unirse al Unión Berlín y que tuvo que regresar a España porque los alemanes no aceptaron las nuevas demandas de última hora del andaluz. También Del Piero, en 1992, había variado su intención de irse al Milán desde el Padova para unirse a la Juventus.

Sin embargo, es más difícil explicar cómo Julián Araujo, futbolista del LA Galaxy de la MLS, no ha acabado fichando por el Barça. Desde el club blaugrana explican que la documentación no llegó a tiempo, aunque existen otras versiones que apuntan a una posible marcha atrás desde la propia entidad culé o, incluso, de que ha habido movimientos inesperados por parte de LaLiga para impedir su incorporación. En la entidad blaugrana insisten en que el fichaje se acabará produciendo.

El Barça ya estuvo a punto de vivir un episodio parecido con Aubameyang hace un año. El entonces delantero del Arsenal pasó horas de mucho estrés junto a sus agentes y la dirección deportiva del Barça, que trabajó aceleradamente para que su inscripción fuera una realidad, como así fue. Eso sí, llegó fuera de plazo, aunque de forma totalmente normativa.

En esta ventana de fichajes que ayer martes acabó, el PSG se quedó, al límite del tiempo, sin la incorporación de Ziyech. La razón es que, según los parisinos, el Chelsea envió hasta tres veces mal la documentación necesaria para sellar la operación, algo que sentó muy mal en Francia. Tanto que, de hecho, están valorando muy seriamente la posibilidad de denunciar a los ingleses por mala praxis.

Uno de los casos más recordados es, por supuesto, el de David De Gea. Corría el año 2015 y Real Madrid y Manchester United habían acordado un intercambio de porteros, por lo que el español jugaría en el Bernabéu y Keylor Navas lo haría en Old Trafford. Pero el fax con la documentación necesaria procedente de Inglaterra llegó pasada la hora límite de inscripciones, así que la operación se fue al traste.