Animales

La triste historia de la elefanta 'Happy' de Nueva York

Un tribunal desestima una petición para 'excarcelar' a este animal del zoo donde vive

La triste historia de la elefanta Happy

La triste historia de la elefanta Happy / New York Post

J. L. Ferrer/Redacción

La mayoría de grandes animales, y sobre todo los más inteligentes, como elefantes, delfines o simios, no son humanos, pero sienten los mismos padecimientos y alegrías que nosotros. Así lo vienen demostrando reiteradas investigaciones científicas que ya no dejan lugar a dudas sobre el sufrimiento que sienten estas y otras especies al permanecer encerradas de por vida en un zoológico, por ejemplo. El caso de la elefanta Happy mantiene conmovida a la población de Nueva York, puesto que vive en el zoológico del Bronx desde hace más de 40 años y ahora los jueces han rechazado que pueda volver al medio natural.

Happy en una hembra de elefante asiático que fue capturada en la selva donde vivía y expuesta en el zoo del Bronx en 1977 para el disfrute de los visitantes, como tantos otros animales.

Inicialmente, en su jaula había tres ejemplares de elefante asiático, pero Happy lleva más de una década en completa soledad, porque su compañera la elefanta Grumpy, que también llegó allí en 1977, tuvo que ser sacrificada por las heridas que sufrió al ser atacada por otros congéneres. Finalmente, el otro compañero de Happy, Sammy, murió en 2006.

El animal, en el interior del zoo

El animal, en el interior del zoo / AP

Pero, a pesar de su nombre, ¿es feliz Happy? Un grupo animalista llamado Nonhuman Rights, presentó en 2018 una petición formal ante las instituciones pidiendo su liberación y afirmando que sufría una “detención ilegal”.

Los elefantes ¿“personas no humanas”?

El objetivo de la demanda era probar judicialmente esta reclusión ilegal, algo bastante difícil, tratándose de un animal. Sin embargo, Nonhuman Rights aseguró que el elefante es un animal inteligente, provisto de conciencia, que merece la consideración legal de “persona no humana”.

 El caso ha tenido un largo recorrido en los tribunales, que han ido desestimando la propuesta, hasta llegar a la última instancia. El más alto tribunal de Nueva York acaba de denegar la condición legal de persona a la elefanta. Por tanto, los jueces consideran que no tiene opción a disfrutar de un derecho humano fundamental como es la libertad.

La petición, que pretendía que el animal fuera trasladado a una reserva donde pudiera moverse con más libertad, ha sido rechazada por cinco votos a dos en el tribunal de apelación. Happy es uno de los últimos elefantes que quedan en el zoo del Bronx, cuyos responsables ya han adelantado que no piensan traer a más ejemplares a este recinto. En todo caso, han asegurado que el animal es objeto de todos los cuidados y atenciones necesarias.

Jurídicamente, el debate se centraba en si la figura legal de habeas corpus (un recurso contra una detención ilegal) puede ser aplicada en un animal. “Dado que el recurso de habeas corpus tiene como objeto proteger la libertad de los seres humanos y estar libres de una detención ilegal, esto no es de aplicación en el caso de Happy, que es un animal no humano y no sujeto a una detención ilegal”, señaló el tribunal neoyorquino.

El debate sobre los derechos de los animales continúa

El debate sobre los derechos de los animales continúa / NYPost

El fallo admite: “Aunque nadie discute que los elefantes son seres provistos de capacidades impresionantes e inteligentes, que merecen un cuidado apropiado y comprensión, el tribunal anterior ya desestimó correctamente la petición de un auto de habeas corpus y así lo ratificamos”.

Los dos votos discrepantes del tribunal sostiene, según una de las magistradas, que Happy está siendo forzada a vivir en “un medio antinatural para ella”, lo que no le permite vivir su existencia “con autodeterminación y como un elefante autónomo en estado salvaje”.

Precisamente, estos fotos discrepantes en el seno del tribunal han sido valorados por la entidad demandante como “una gran esperanza para un futuro en el que los elefantes no sufrirán como Happy y donde los derechos de los no humanos serán protegidos como los derechos humanos”.

El hecho de que la elefanta reconociera su propia imagen en un espejo (el conocido test de inteligencia que pocos animales superan) es la prueba de su “capacidad de autoconciencia”, señaló la entidad Nonhuman Rights.

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