Descubrimiento

Hallan en la Antártida la mayor colonia de peces del mundo: 60 millones de nidos

La colonia de cría de peces más extensa y densamente poblada del mundo se esconde en las profundidades del hielo del Mar de Weddell, al este de la península Antártida

La especie draco rayado de Jonás asombra a los científicos, que piden la protección del lugar

Nidos de draco hallados en el mar de Weddell

Nidos de draco hallados en el mar de Weddell / AWI OFOBS Team

Ramón Díaz

La colonia de cría de peces más extensa y densamente poblada del mundo se esconde en las profundidades del hielo del Mar de Weddell, al este de la península Antártida. Son 240 kilómetros cuadrados (superficie equivalente a unos 34.000 campos de fútbol) de nidos de dracos rayados de Jonás (Neopagetopsis ionah), espaciados regularmente, y cada uno de ellos ocupado por un solo ejemplar adulto y hasta 2.100 huevos.

En total, unos 60 millones de nidos activos. Un ecosistema único en el planeta. Los científicos han manifestado su asombro por el hallazgo, que consideran una nueva razón para crear un área marina protegida en el mar de Weddell, idea que los ecologistas marinos llevan planteando seis años a la organización de tratados intergubernamentales que regula la pesca en esa zona antártica.

El descubrimiento fue casual. El ‘RV Polarstern’, un enorme rompehielos alemán de investigación, atravesaba el hielo del mar de Weddell el pasado mes de febrero para estudiar la vida en aquella remota zona del planeta. Mientras remolcaba cámaras de video y otros instrumentos a medio kilómetro de profundidad, cerca del fondo del mar, el barco se topó con decenas de miles de nidos de 75 centímetros de ancho.

Científicos llevando equipos frente al RV Polarstern

Científicos llevando equipos frente al RV Polarstern / Janek Uin

“Fue una vista realmente increíble”, rememora el biólogo de aguas profundas Autun Purser, del Instituto Alfred Wegener, quien dirigió la toma de imágenes submarinas del barco.

El sonar reveló que los nidos se extendían a lo largo de cientos de metros, y las cámaras de alta resolución captaron la presencia de más de 12.000 dracos adultos y millones de huevos. Un nido por cada tres metros cuadrados.

Los peces, que alcanzan hasta 60 centímetros de longitud, están adaptados al frío extremo: producen compuestos anticongelantes y, gracias a las aguas ricas en oxígeno de la región, se encuentran entre los únicos vertebrados que tienen sangre incolora y libre de hemoglobina.

Los dracos buscan zonas ricas en zooplacton

Los investigadores creen que los dracos adultos aprovechan las corrientes para encontrar zonas idóneas de desove. Buscan aguas ricas en zooplancton, que constituye el alimento para sus crías.

Los dracos adultos construyen en esas zonas nidos circulares raspando la grava y la arena del fondo marino con sus aletas pélvicas. Hasta ahora solo se había observado un puñado de nidos dispersos, muy pocos y distantes entre sí, antes del viaje del ‘RV Polarstern’. 

El equipo del buque alemán comprobó la existencia de 16.160 nidos de peces muy juntos, el 76% de los cuales estaban protegidos por machos solitarios.

Asumiendo una densidad similar de nidos en las áreas entre los transectos del barco, los investigadores estiman que hay en total en la zona alrededor de 60 millones de nidos, que cubren un área de unos 240 kilómetros cuadrados, cuya biomasa bentónica, extremadamente alta, unas 60.000 toneladas, proporciona alimento a depredadores y carroñeros. Estos peces y sus huevos son, por lo tanto, actores clave en el ecosistema local.

Dracos protegiendo nidos en el mar de Weddell

Dracos protegiendo nidos en el mar de Weddell / AWI OFOBS Team

Corrobora esa creencia el hecho de que los investigadores observaron numerosos cadáveres de peces dentro y cerca de la colonia de anidación, lo que sugiere que los dracos juegan un papel importante en la cadena alimentaria local

Sospechan que la colonia es utilizada en gran medida como fuente del alimento por depredadores como las focas de Weddell (Leptonychotes weddellii).

“Muchas focas de Weddell pasan gran parte de su tiempo muy cerca de los nidos de peces”, apunta Purser. “Los nidos están exactamente donde surge el agua más cálida. Puede ser una coincidencia, pero los datos registrados muestran que las focas se sumergen en las zonas de los nidos, por lo que bien puede estar alimentándose de estos peces”, añade.

Alimento para los carroñeros

Además, al morir, los cadáveres de estos peces proporcionan una fuente de alimento para las comunidades bentónicas carroñeras y probablemente también para los carroñeros pelágicos. También se observaron nidos abandonados en algunas zonas, lo que parece indicar que la ubicación del hábitat de anidación ideal puede cambiar con el tiempo o de un año a otro.

Los científicos estaban especialmente interesados en esa área del lecho marino porque sabían que incluía un afloramiento de agua dos grados centígrados más caliente que las aguas del fondo circundante. Y querían descubrir la razón. Ahora saben que hay una correlación espacial entre el flujo ascendente modificado de agua profunda cálida hacia la plataforma de Weddell y el área de anidación activa. El resto fue “una sorpresa total”, añade Purser.

En sus conclusiones, los autores del estudio señalan que se requieren más expediciones de investigación al sur del mar de Weddell para delinear la extensión espacial completa de la colonia de reproducción del draco, y para comprender mejor la importancia local y potencialmente regional de esta “metrópoli” de anidación de para la especie, los ecosistemas circundantes y otra fauna.

RV Polarstern

RV Polarstern / Alfred Wegener Institut Michael Gutsche

El hallazgo, que se ha publicado en la revista ‘Current Biology’, ha venido a derribar una creencia popular, la de quecuanta mayor es la profundidad en el océano, más escasa es la vida. De hecho, Balecher está convencido de que hay “otras áreas más allá de la Antártida que albergarán fantásticos hallazgos zoológicos”.

La investigación continúa: los científicos han dejado cámaras y luces amarradas sobre una de las partes más densas de la colonia para aprender más sobre los comportamientos de reproducción y anidación del draco. Esperan recuperar el material en 2023. Antes, en abril de este año, regresarán al mar de Weddell para realizar más estudios.

Un ecosistema único

El mar de Weddell, un ecosistema único y en gran parte intacto, ya está protegido de la práctica pesquera de arrastre de fondo, que los científicos consideran “destructiva”. Pero los autores del estudio reclaman aún más salvaguardas para este “punto ecológico crítico”. Cubre un área de 2,8 millones de kilómetros cuadrados y en el sector sur se encuentra la segunda barrera de hielos más grande del mundo, la de Filchner-Ronne, con una superficie de 430.000 kilómetros cuadrados

“Creemos que nuestro descubrimiento respalda los esfuerzos para proteger el mar de Weddell de los impactos antropogénicos, estableciendo un área marina protegida regional bajo el Océano Austral bajo el paraguas de la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR)”, finalizan los autores.

Informe de referencia (en inglés): https://www.cell.com/current-biology/fulltext/S0960-9822(21)01698-5

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