Bosques

Así es la 'Revolución Verde' de China: reforesta el equivalente a Aragón cada año

La masa forestal del país ha pasado del 14% al 25% en solo veinte años

Bosque plantado en las últimas décadas en un área desértica de China

Bosque plantado en las últimas décadas en un área desértica de China / Chen Xiaodong

Joan Lluís Ferrer

China sigue siendo un país altamente contaminante, pero al mismo tiempo asiste a un verdadero 'milagro verde': su gobierno ha puesto en marcha un plan que está reforestando a marchas forzadas la extensa nación, con grandes áreas desérticas. Cada año, el bosque gana 50.000 kilómetros cuadrados de superficie y para ello se han invertido 70.000 millones de euros en los últimos cinco años.

Saihanba es una zona ubicada en la región mas septentrional de la provincia de Hebei, en China. Es un gran parque forestal que cuenta con 200 kilómetros cuadrados de superficie, pero hasta hace 60 años era totalmente desértico y estéril, afectado por la sobreexplotación forestal y fuertes tormentas de arena que asolaron esta región desde el siglo XVII.

Sin embargo, las autoridades chinas decidieron ponerse manos a la obra y a mediados de 1962 la Administración Estatal de Silvicultura del Gobierno chino dio luz verde para el proyecto de reforestación del territorito. El objetivo era realmente ambicioso: convertir esta área en un pulmón vegetal para el norte de China.

Ciudadanos chinos plantando árboles

Ciudadanos chinos plantando árboles / getty

De este modo, la Granja Forestal Mecánica de Saihanba comenzó a desarrollar la estrategia que pretendía convertir la zona en un oasis vegetal. Fue así como 369 silvicultores iniciaron la recuperación del área de más de 20.000 hectáreas, trabajos que fueron continuados por tres generaciones de silvicultores chinos. De hecho, en los primeros momentos solo se cosecharon fracasos y fue necesario rectificar estrategias y persistir en el intento para obtener los primeros frutos, solo muy posteriormente.

El bosque artificial más grande del mundo

Este bosque artificial es uno de los principales estandartes del plan China Sostenible, impulsado por el Gobierno. Más de 618 especies diferentes han sido sembradas en el parque forestal, incluyendo 312 géneros de plantas vasculares.

Para obtener este resultado, hubo que enfrentarse a numerosos retos, pues las condiciones climáticas de la región han sido uno de los principales problemas para el desarrollo del bosque.

En invierno, las heladas alcanzan temperaturas de hasta 43 grados centígrados bajo cero, mientras los días medianamente cálidos apenas duran un par de meses. Debido a estas condiciones, los ingenieros forestales desarrollaron tecnologías de cultivos artificiales. Fue así como, de una tasa inicial de supervivencia de especies de 8% (en los primeros años) se pasó a una tasa del 98%.

Hoy, Saihanba cuenta con una cobertura vegetal del 80%, la cual es capaz de conservar y purificar cerca de 137 millones de metros cúbicos de agua al año, según datos del Gobierno chino. A su vez, la Academia Forestal de China asegura que esta granja forestal puede absorber más de 860.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y liberar otras 600.000 toneladas de oxígeno anualmente.

En 2017, las Naciones Unidas premiaron el bosque artificial chino con el Premio Campeones de la Tierra, como reconocimiento a su contribución ambiental, restaurando un paisaje totalmente degradado. Al respecto, Xi Jinping, presidente de la República Popular China, ha manifestado su «orgullo» por el trabajo realizado en este bosque. Por ello, el mandatario insta a «conservar el espíritu de Saihanba» para profundizar en la conservación ecológica del país.

China dispara su superficie forestal

Pero este bosque no es sino una pequeña gota de agua en un gran océano de reverdecimiento chino. Los progresos que hace el gigante asiático en materia de plantación de bosques adquieren proporciones sorprendentes.

A principios del siglo XXI, el Gobierno chino anunció la puesta en marcha de un plan de reforestación en todo el país. El objetivo: convertir a China en una eco-civilización, cubriendo de verde este territorio, muchas de cuyas partes están siendo duramente afectadas desde finales de los años 90 por fenómenos climatológicos.

Superficie forestal en China

Superficie forestal en China / Xinhua

Así, el deterioro medioambiental se convirtió entonces en un problema de Estado. Con un país convertido en, prácticamente, un enorme desierto, y una masa forestal que apenas llegaba al 14% de su superficie. Desde el año 2001, de acuerdo con cifras oficiales de la Administración Estatal de Silvicultura, China ha ido recuperando, en promedio, 50.000 kilómetros cuadrados de áreas forestales al año (más del doble de superficie de la Comunitat Valenciana y algo más que Aragón).

Para finales de 2020, casi una cuarta parte del territorio chino estaba cubierta de verde, el equivalente a casi 20 millones de hectáreas. Según especialistas en materia ambiental, China ya habría alcanzado el 25% de cobertura boscosa, lo necesario para convertirse en una eco-civilización. Esto se traduce en una reducción de emisiones de dióxido de carbono del 18% y un ahorro hídrico cercano al 23%, detalle el informe Green is gold.

Por su parte, la inversión en reforestación ha rondado los 70.000 millones de euros en los últimos cinco años. Las restricciones y sanciones a empresas que practiquen la deforestación son cada vez mayores. No existe otro país del mundo que haya recuperado tantas áreas verdes como China en este siglo. No obstante, el país sigue liderizando la lista de naciones emisoras de CO2. Y el 27% de su territorio sigue siendo árido.

Aún hay mucho por hacer, pero los esfuerzos por descontaminar el país mediante la cobertura verde son indiscutibles. Y sus efectos, poco a poco, se notan en la población. Solo en Pekín, el riesgo de sufrir tormentas de arena en primavera se ha reducido en un 70% durante la última década. Los bosques artificiales están cumpliendo parte de su misión.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es