'Animalcaraz' se come a Zverev y le destrona en Madrid

Carlos Alcaraz se exhibió en la final del Mutua Madrid Open ante el alemán, vigente campeón, al que arrasó por 6-3 y 6-1 en apenas una hora

Es el quinto título en la carrera del joven murciano y su segundo Masters 1000. Este lunes ascenderá ya al número 6 del ranking

Carlos Alcaraz, celebrando un punto durante el duelo ante Zverev

Carlos Alcaraz, celebrando un punto durante el duelo ante Zverev / AFP

Roger Payró

Asumimos que Carlos Alcaraz tiene 19 años –recién cumplidos, además- porque así lo pone en su DNI. Si es por su forma de jugar al deporte de la raqueta, nadie se lo creería. Este chico de El Palmar es el tenista más en forma del momento y está creciendo a pasos agigantados. Berrettini pudo frenarle en un partido durísimo a cinco sets en el Open de Australia, Nadal lo hizo en Indian Wells y Korda en Montecarlo cuando venía de coronarse en Miami. Son las únicas derrotas en este 2022 para el murciano, que se coloca segundo en la ‘race’ solo por detrás de Rafa. Y es que en Madrid ha cuajado un torneo perfecto, con un tramo final de aúpa. Para ser el mejor hay que ganar a los mejores. En su tercer intento superó por fin al balear, haciéndolo además en el polvo de ladrillo donde lleva varios lustros demostrando que es el rey. Luego llegó el turno de tumbar a Djokovic en el que era su primer cara a cara con el número 1. La final le citaba con Zverev, vigente campeón y que se crece en la capital española. Le dio igual también. 6-3 y 6-1 en apenas una hora que le brinda su quinto título en su palmarés. Cuatro han sido este año, incluidos dos Masters 1000. No sabe lo que es perder una final. Insaciable. ‘Animalcaraz’ en estado puro.

A juzgar por lo visto, esto solo es el principio. Ha demostrado saber jugar de tú a tú ante los números 4, 1 y 3, respectivamente. Y porque Medvedev, el 2, se ha borrado de la gira de arcilla, donde más cojea. Todos sucumben al talento de la nueva estrella del tenis mundial. En apenas una hora, Carlitos -como le gusta que le llamen- resolvió una final que se esperaba muy distinta. Cierto es que Zverev no está cuajando su mejor temporada, pero tal y como él reconoció tras ganar a Tsitsipas en semifinales, Madrid es su torneo favorito. Era el vigente campeón de un Masters 1000 que ha conquistado en dos ocasiones. Sin embargo, toda la raza que tuvo el sábado para apear al griego desapareció hoy. No tanto por demérito suyo sino por el mérito de Alcaraz de desconectarlo. Empezó algo nervioso pero rápidamente se ubicó el pupilo de Juan Carlos Ferrero.

Apenas en el cuarto juego ya dispuso de una bola de break el español. La salvó el de Hamburgo merced a su mejor arma: el saque. Fue la primera y última vez que logró salir de la trampa de Carlitos.

Zverev, desnortado

El murciano se apuntó su servicio en blanco y rompió también sin ceder un solo punto el saque del germano a renglón seguido. Tres ‘winners’ le dieron la posibilidad y con un golpeo de listos, mandando la bola al cuerpo del alemán en su subida a la red y le forzó el error para quebrar. Una rotura suficiente para que en un abrir y cerrar de ojos se apuntara por 6-3 la primera manga. Los 198 centímetros de Zverev no fueron impedimento para que Alcaraz siguiera fiel a su golpe por antonomasia, unas dejadas que desesperan a sus rivales a la par que levantan a los aficionados.

Se esperaba una reacción germana en el segundo set, pero la realidad no pudo distar más. ‘Sascha’ se apuntó su primer juego y hasta ahí duró. En blanco volvió a romper Alcaraz, que enlazó tres 'breaks' seguidos frente a un oponente ya con los brazos bajados y que nunca se adaptó al ritmo endiablado al que te somete el de El Palmar. A Carlitos le costó poner el lazo al duelo, desperdiciando un 0-40 a favor. Sin embargo, Zverev, ya hundido del todo, le ‘regaló’ el triunfo con dos dobles faltas seguidas. “Viva El Palmar y viva Murcia”, escribió a cámara un chaval que juega para pasárselo bien y disfrutar.

Esa es su clave, más allá se su conocido lema con la 'triple C'; “cabeza, corazón y cojones”. Va sobrado de todo. Por lo pronto, este lunes ya lucirá como número 6 cuando hace un año era el 120. Tras estos días frenéticos descansará y no irá a Roma, ya que en el horizonte está Roland Garros, donde ya partirá entre los favoritos.