Sin Cesc, el Mónaco sigue en caída libre

Saint-Maximin dio la de cal marcando y la de arena fallando un penalti

Saint-Maximin dio la de cal marcando y la de arena fallando un penalti / AFP

sport.es

El derbi de la Costa Azul, aplazado (motivo por el que Cesc no podía jugar) en su día por los incidentes con los 'chalecos amarillos', terminó en unas tablas que mantienen al Mónaco en puestos de descenso y dejan al Niza en la misma situación que estaba luchando por entrar en Europa. Saint-Maximin adelantó a 'Las Águilas' en la primera parte, pero tras el paso por vestuarios Badiashile niveló la contienda a la salida de un saque de esquina.

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Ligue 1

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Alineaciones
Mónaco
Benaglio; Glik, Jemerson, Badiashile; Henrichs (Sidibé, 70'), Tielemans, Ait Bennasser, Serrano; Rony Lopes, Golovin (Jovetic, 79'); Sylla (Falcao, 71').
Niza
Benítez; Jallet, Dante, Sarr; Attal, Tameze (Coly, 94'), Cyprien, Walter (Danilo, 79'), Burner; Saint-Maximin (Makengo, 84'), Sacko.

De la mano de un espléndido Golovin, el Mónaco se adueñó del partido en la primera parte. El talentoso mediapunta ruso ofreció un auténtico recital moviéndose entre las líneas enemigas como pez en el agua. Su única mancha fue perdonar el 1-0 en el arranque tras ser habilitado por Rony Lopes.

El paso hacia adelante que dieron 'Las Águilas' a la hora de ejercer presión sobre la salida de balón rival, sin embargo, resultó determinante. Tras una rápida recuperación del equipo dirigido por Patrick Vieira llegaría el tanto rojinegro. El balón le llegó a Saint-Maximin y tras un error garrafal de uno de los centrales del Mónaco el joven delantero francés consiguió batir a Benaglio con un disparo cruzado. Como viene siendo habitual de un tiempo a esta parte los de Tití Henry volvían a cavar su propia tumba.

Les metió en el partido la expulsión de Sacko en el descanso. El delantero del Niza realizó una entrada escalofriante a la altura de la rodilla sobre Henrichs y el colegiado no dudó un instante en mandarle a la ducha tras consultar la acción con el VAR.

En superioridad numérica, el Mónaco elevó sus prestaciones en la reanudación. Y esa circunstancia acabó traduciéndose en el marcador sin mucha dilación, ya que a los cinco minutos de la segunda parte Badiashile cabeceó al fondo de la red un centro desde la esquina de Rony Lopes

Fue un soplo de aire fresco para el conjunto monegasco, que a partir de ahí ya jugó a placer y pudo anotar el segundo por mediación de Sylla, primero, y Tielemans, después. Falló la puntería.

En una acción aislada, no obstante, la historia pudo reescribirse. Benoit Bastien consideró penalti un derribo de Badiashile dentro del área, pero desde los once metros Benaglio  le adivinaba las intenciones a Saint-Maximin y evitaba el tanto del Niza escibiendo el epílogo del duelo.