El PSG culmina su semana negra alejándose también de la Ligue 1

Tras la eliminación europea, los de Pochettino empatan (1-1) y dicen prácticamente adiós a la Liga

Neymar estrenó su renovación con un gol de penalti que no fue suficiente para ganar

Neymar, celebrando su gol de penalti que abrió la lata en Rennes

Neymar, celebrando su gol de penalti que abrió la lata en Rennes / FRED TANNEAU / AFP

Adrià Corominas

El cuadro parisino se dejó dos puntos en Rennes que pueden ser decisivos en su carrera con el Lille para conseguir la Ligue 1. Los de Pochettino, muy poco efectivos, se vieron incapaces de superar a un Rennes que mereció más y que deja muy tocado, también en Francia, el proyecto ganador que quiere Nasser Al-Khelaifi.

Rennes-PSG

Ligue 1

1
1
Alineaciones
REN
Gomis; Traoré (Soppy, 93'), Aguerd, Da Silva, Maouassa (Henrique, 78'); Bourigeaud, Ugochukwu (Grenier, 61'), Tait; Doku, Guirassy (Del Castillo, 92'), Terrier (Diouf, 79').
PSG
Keylor Navas; Kurzawa (Diallo, 55'), Kimpembe, Marquinhos, Dagba (Florenzi, 80'); Draxler (Icardi, 80'), Pereira, Herrera (Gueye, 70'); Neymar, Kean, Di María (Rafinha, 69').

Y es que toda la presión era para el París Saint-Germain, que después de la incontestable victoria del Lille en el derbi del norte frente al Lens, no podía fallar en el campo del Rennes. Eliminados de la Liga de Campeones el pasado martes en el Etihad, los de Pochettino necesitaban reponerse rápidamente para no descolgarse de la lucha frenética por el título de liga.

Y más ahora que se han quedado sin Champions, los parisinos están obligados a conquistar de nuevo la competición de la regularidad francesa, porque pese a estar vivos en la Copa, de momento sólo luce en sus vitrinas un título menor, la Supercopa de Francia, demasiado poco para sus aspiraciones.

Cambios en el once parisino

Para seguir el tren del Lille, el técnico argentino refrescó mucho a su equipo respecto a las semifinales en Manchester. Todavía sin Mbappé, el peso ofensivo del equipo volvió a recaer en Neymar y, con él al frente, el PSG se desplegó con mucha seguridad con la pelota, generando ocasiones con facilidad, pero perdonando en exceso.

Y es aquí cuando se empezó a echar en falta a los titulares de la sala de máquinas. Sin Paredes y, sobre todo, sin Verrati, el ritmo de juego no fue el que necesitaban para que afloraran las individualidades. Y con los minutos, el PSG fue perdiendo precisión. Cada vez se mostraba menos cómodo en el terreno de juego, cosa que aprovechó el Rennes para crecer, empezar a repartir juego y amenazar la meta de Keylor.

Los dos equipos se alargaron, se abrieron mucho las líneas y cada llegada se convertía en una ocasión en ambas porterías. Pero cuando el partido estaba más abierto, un regalo caído del cielo –o del VAR- cambió el choque.

Neymar, renovación con gol

Se disputaban los minutos de añadido de la primera parte cuando un centro de Di María acabó con un penalti de Aguerd sobre Kurzawa que, pese a no ser señalado en primera instancia, sí que lo fue una vez revisado por el VAR. Neymar, que no es mucho de desaprovechar regalos, no falló y llevó a su equipo con ventaja en el marcador al descanso, celebrando así con gol su reciente renovación.

Un gol que no fue suficiente, porque el Rennes, que merecía más, seguía empujando y los de Pochettino empezaron a tener vértigo. No está acostumbrado el PSG a la situación de no depender de uno mismo y la presión empezó a pasar factura, en parte también al desgaste de Champions frente al City de Guardiola.

Había partido por delante y el PSG no conseguía intimidar a los locales. Sufriendo cuando tenía que correr hacia atrás, Navas volvió a erigirse en el salvador sacando grandes manos. Pero cuando todo depende de tu último jugador, hay veces que no hay suficiente con tener mayor calidad. Y tras un córner, Guirassy se alzó majestuosamente para cabecear el balón al fondo de la red y subir un empate al marcador que supo a poco para los locales, que desquició a un PSG que acabó con 10 por la expulsión de impotencia de Kimpembe y que le aleja a 3 puntos de un líder, el Lille, que no está mostrando ninguna intención de abandonar la primera posición.

Quedan dos jornadas, 6 puntos en juego y un final en el que puede pasar cualquier cosa. La Ligue 1, al rojo vivo y con el PSG descolgado.