¿Neymar Jr. irá a la guerra con el PSG para ir a los JJOO?

Se está cuajando la primera crisis postrenovación entre Neymar Jr. y el PSG. La CBF ya ha recibido un no rotundo del club catarí-francés cuando pidió la autorización para poder contar con Marquinhos y Neymar Jr. para los Juegos Olímpicos de Tokio. Y el crack, que no está nada satisfecho con la decisión de su club, entiende que el tema no está ni mucho menos zanjado.

Quien tiene las de ganar es el PSG, porque el torneo olímpico de fútbol no está incluido en el calendario FIFA y los jugadores necesitan obligatoriamente del visto bueno de los respectivos clubs. El pacto al que llegaron el PSG y el jugador definía que el 10 brasileño no participaría de la Copa América. Disfrutaría de unos días de vacaciones para alistarse a la selección olímpica y afrontar los Juegos de Tokio. Sin embargo, todo se fue al garete, cuando la CBF, con el apoyo del gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro, salieron al rescate de la Conmebol y se llevaron la organización de la Copa América a Brasil.

Y, jugando de anfitrión, Tite tuvo que cambiar los planes de enviar un equipo B al torneo continental, y llamó a toda la artillería pesada. Neymar Jr., alineado políticamente a Bolsonaro, se vio en un callejón sin salida. De hecho, uno de los motivos del enojo de los jugadores de la Seleçao era tener que encarar el torneo continental con presión, habiendo ganado en 2019. Preferían irse de vacaciones, evitando un desgaste, que consideraban innecesario, a un año y medio de Catar 2022.

¿Y ahora qué hará Neymar con el PSG? Se le fue al traste su objetivo de ganar su tercera medalla olímpica, tras la Plata en Londres 2012 y el histórico oro (el primero de los brasileños) en la apoteósica final de Maracaná en Río 2016. El 10 del PSG no tiene ningún Mundial, que es lo que diferencia a los eternos en Brasil (con la excepción muy honrosa de un mito como Zico, y un grande como Sócrates), pero se conforma con agrandar los méritos de un torneo Sub-23.

Marquinhos, que es el capitán del PSG, acatará la decisión de su club sin rechistar, sin embargo Ney no ha dicho la última palabra: forzará lo necesario para salirse con la suya.