El Mónaco araña un punto al campeón de Copa

Adrien Hanou, autor de un doblete para el Stade Rennais

Adrien Hanou, autor de un doblete para el Stade Rennais / AFP

Sport.es

Respira el Mónaco más aliviado, a cinco puntos de los puestos de descenso directo, después de conseguir arañar un meritorio empate ante el Stade Rennais, verdugo del PSG en la final de la copa francesa. Falcao, con un doblete tras el descanso, consiguió neutralizar los tantos iniciales del fino Hunou, un futbolista a seguir.

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Ligue 1

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Alineaciones
Stade Rennais
Koubek; Traoré, Da Silva, Mexer, Bensebaini; Bourigeaud, Johansson (Gelin, 80'), Camavinga (Ben Arfa, 64'), Lea Siliki (Zeffane, 76'); Del Castillo, Hunou.
Mónaco
Sy; Sidibé, Jemerson, Badiashile, Ballo Touré; Silva (Naldo, 63'), Aholou (Carlos Vinicius, 46'); Martins, Golovin, Rony Lopes; Falcao (N'Doram, 92').

El debut de Eduardo Camavinga en las filas del campeón copero fue la nota más destacada del encuentro. A sus 16 años, el centrocampista francés se convirtió en el jugador más joven de la historia en enfundarse la elástica rojinegra. Al chaval, además, no le pesó la responsabilidad. Prueba de ello es que cuajó una primera parte perfecta con un ciento por ciento de acierto en el pase (15 de 15), 7 duelos ganados de 9 y 100% de tackles conseguidos (3 de 3). 

Hunou, a pesar de todo, fue el verdadero protagonista del primer acto del duelo. En seis minutos de vértigo el centrocampista galo se encargó de aniquilar al Mónaco. Abrió fuego remachando en el segundo palo un centro de Lea Siliki desde la izquierda y hurgó en la herida monegasca superando en el mano a mano a Sy ayudado por la endeblez defensiva de su rival.

Con dos goles a favor el Stade Rennais ya jugó a placer. Hasta que Falcao le metió el miedo en el cuerpo recortando distancias en el marcador a falta de veinte minutos para el final del partido con un cabezazo marca de la casa. El tanto dio alas al Mónaco, que apenas cinco minutos después hacía el empate por mediación, otra vez, del delantero cafetero, que aprovechaba un balón muerto en el área para batir a Koubek. Fue remar para llegar medio ahogado a la orilla, porque el tercer tanto no llegó.