Mbappé, la crisis del vértigo

La crisis de juego por la que atraviesa Kylian Mbappé, que en los últimos partidos del París Saint-Germain ha pasado bastante desapercibido, se debería, según técnicos que le conocen desde hace años, en que está acusando su meteórica ascensión, juega demasiado presionado, así como que en las filas del PSG actúa sin tanta libertad de movimientos como tenía en el Mónaco.

El pasado lunes y en una decisión indiscutible, Mbappé recibió el Trofeo Golden Boy que premia al mejor jugador menor de 21 años. Curiosamente el galardón le fue concedido cuando el joven delantero ofrece sus peores prestaciones.

El domingo anterior, Mbappé pasó prácticamente desapercibido en el primer clásico francés que disputaba, el Olympique de Marsella - PSG que concluyó con empate a dos. Esta irregular actuación del ex del Mónaco cabría ampliarla a otros tres partidos anteriores, dos con el PSG, ante Dijon y Anderlecht, y uno con la selección francesa ante Bulgaria.

Ludovic Batelli, exseleccionador francés sub'19 que conoce a la perfección a Mbappé, señala en 'Le Parisien' que "es un joven que debe digerir todo lo que le ha pasado en los últimos meses, una carrera de futbolista profesional se construye a lo largo del tiempo, no en unos pocos meses".

El técnico considera que "Mbappé ha perdido espontaneidad y fluidez. En el PSG juega en la derecha, lo que es nuevo para él. Antes jugaba en todas las posiciones del ataque pero al más alto nivel generalmente juegas en una o dos demarcaciones". Batelli añade que "cuando un jugador pierde espontaneidad suele intentar cosas demasiado forzadas".

El rotativo francés cree que a Mbappé también le perjudica la rapidez con la que se desarrollaron los acontecimientos que le llevaron a París, donde todavía no ha encontrado casa y vive con su familia en un hotel.