El Marsella se estrella contra el muro del Angers

El Marsella sufrió de lo lindo en su choque con el combativo Angers

El Marsella sufrió de lo lindo en su choque con el combativo Angers / AFP

Andrés Fernández

El Olympique de Marsella encadenó la décima jornada seguida sin hincar la rodilla, pero esta vez se le resistió una victoria que le habría permitido seguir la estela del PSG. Los marselleses se dejaron dos puntos en el Vélodrome ante un Angers no solo muy combativo sino que por méritos y ocasiones debió alcanzar el triunfo ante el segundo de la Ligue 1.

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Ligue 1

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Alineaciones
Olympique Marsella
Mandanda; Sakai, Amavi, Álvaro, Caleta-Car; Strootman, Rongier, Sanson (Ake, 86'); Maxime Lopez (Germain, 65'), Radonjic (Khaoui, 76') y Benedetto.
Angers
Butelle; Manceau, Traoré, Thomas, Capelle; Santamaría; El Melali (Bobichon, 29'), Fulgini, Mangani (Pereira, 80'), Thioub; Alioui (Bahoken, 65').

El OM se topó ya de inicio con un Angers muy bien plantado que le obligó a jugar en posicional, algo que no se le da especialmente bien al equipo de André Villas-Boas. Los de Stephane Moulin dieron con la tecla desde el inicio, negando cualquier salida a las alas y dejando a Benedetto, apático, como una boya en medio del océano.

La baja de Payet se notó de cabo a rabo ante el repliegue visitante. La falta de dinamismo fue la tónica constante hasta que Sanson la puso perfecta al espacio y a la espalda de la defensa, pero Radonjic disparó fuera con todo a su favor. Fue la única ocasión, eso sí, en todo el primer tiempo.

Apoyados en el coloso Baptiste Santamaria, ‘les Scoïstes’ salieron incluso mejor en la reanudación, dando sustos al Olympique a la contra. El equipo marsellés, perdido y sin rumbo, solo encontraba en Radonjic por el extremo derecho algo de oxígeno, pero con solo un arma no le iba a bastar. Perfectamente parapetado atrás, el Angers impidió ya no que el segundo de la Ligue 1 le hiciera daño, sino incluso que pudiera hilvanar juego en la medular. El calvario del OM pudo ser total si un gol de Fulgini hubiera subido al marcador, pero quedó invalidado por fuera de juego. O cuando Bahoken no llegó por centímetros a conectar un balón suelto en el mano a mano con Mandanda, y luego perdonó una ocasión pintiparada en un trallazo desde fuera del área.