Mucho humo pero sin goles en el primer Classique de Messi

Las gradas del Vélodrome fueron las mayores protagonistas de un partido que mancó de claridad en el último tercio

El PSG acabó con diez y sin Neymar por la expulsión de Achraf al inicio de la segunda parte

Messi está disputando el clásico francés ante el Olympique de Marsella

Messi es duda para mañana ante el Lille / AFP

Jordi Delgado

Jordi Delgado

Ambiente, como era de esperar, más que especial para el primer Classique de Leo Messi. También era el de Sampaoli, en su reencuentro tras el Mundial de 2018. Pero el tridente parisino, como es ya habitual esta temporada, eclipsó todos los focos.

Marsella - PSG

Ligue1

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Alineaciones
Marsella
Pau López; Lirola, Saliba, Cáleta-Car, Luan Peres; Guendzouzi, Kamara (Gueye, 69’), Ünder (Gerson, 77’), Rongier (Konrad, 69’), Payet; Milik (Dieng, 77’)
PSG
Keylor Navas, Hakimi, Marquinhos, Kimpembé, Nuno Mendes, Verratti (Gueye, 44’), Pereira, Di María (Kehrer, 59’), Neymar (Wijnaldum, 82’), Leo Messi; Mbappé.

Finalmente, en Marsella, el humo y las gradas fueron más protagonistas que el partido en sí. Con falta de decisión y clarividencia en las áreas, el Marsella apretó hasta el final a un PSG que no consiguió encontrar sus puntos fuertes.

Marsella esperaba este día desde que el ‘30’ parisino firmó este verano. Cada toque de balón del argentino significaba una sonora pitada en el Vélodrome.

La previa se centró en él, y en los alrededores del estadio antes del partido prácticamente se oía solo su nombre entre las multitudes de cánticos, bengalas (que también abundaron durante prácticamente todo el partido) y fuegos artificiales que convirtieron el clásico francés en otra ‘fiesta’, aunque el partido se tuvo que volver a parar unos minutos por el lanzamiento de objetos al campo por parte de la grada, tanto a Neymar como a Messi, en salidas de sendos saques de esquina, y tanto en la primera como en la segunda parte, entre las quejas de los jugadores por la cortina de humo que sobrevolaba el estadio.

El partido inició con un PSG más bien mermado por la presión en las gradas, y tuvo que dejar pasar los primeros minutos para recomponerse. El Marsella tuvo la primera clara con un cabezazo de Milik justo tras el pitido inicial, pero mientras el humo de las bengalas desaparecía, el PSG respiraba. Un gol en propia de Luan anulado por el VAR tras un disparo de Neymar dio alas a un Marsella que ya se veía remando a contracorriente.

Lo mismo le pasó a los locales pocos minutos después, cuando el vídeoarbitraje también anuló el tanto de Milik por fuera de juego. En todo caso, el Marsella tuvo las más claras durante todo el partido, pero una excesiva pasividad en el tercer tercio del campo no ayudó a decantar la balanza.

Ya en la segunda mitad, destacó también del VAR cuando actuó para expulsar a Achraf e incomodar, un poco más, la noche gris del PSG, que afrontó toda la cuesta final del partido con diez.

La magia arriba no consiguió surgir ni con el apoyo de Di María, e incluso Neymar no acabó un partido que se le trabó desde el inicio.