El PSG sufre con un Neymar apagado

Albert Gracia

El PSG salvó los muebles ante un Rennes que jugó sus cartas con inteligencia. Los goles de Di María, al filo del descanso, y Meunier, tras la reanudación, se convirtieron en un auténtico jarro de agua fría para el equipo local, que había gozado de buenas ocasiones. 

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Ligue 1

1
3
Alineaciones
Rennes
Koubek; Traoré, Da Silva, Mexer, Bensebaini; Grenier, André, Lea Siliki (Ben Arfa, 62'); Sarr, Niang (Del Castillo, 81'), Bourigeard (Siebatcheu, 75').
PSG
Buffon; Meunier (Kehrer, 87'), Marquinhos, Kimpembe, Bernat; Rabiot, Verratti (Choupo-Moting, 78'), Di María; Draxler, Cavani, Neymar (Nkunku, 91').

La primera parte demostró que el Rennes no llegaba al encuentro para hacer el pasillo. Los locales fueron superiores en el arranque, dejando al PSG la posesión y esperando a que el rival fallara para explotar las contras. Y la presa empezó a errar. Las posesiones estériles del PSG no hacían ningún daño a un equipo preparado para contraatacar.

Fruto de esas contras comenzaron a llegar las primeras ocasiones del partido. En la primera clara Siliki tuvo el gol pero Marquinhos repelió el balón bajo palos. Pero a la segunda fue la vencida. En el córner posterior, Rabiot se introdujo involuntariamente la pelota. Gol merecido que rompía definitivamente el partido.

El PSG, tras el gol, se fue decididamente a por el encuentro. Cavani anotó en fuera de juego y Draxler no acertó con su remate de cabeza cuando corría el minuto 18 de encuentro. El conjunto parisino siguió avisando. Y quién avisa no es traidor. Instantes antes de finalizar la primera parte, Di María conectó un zurdazo que se fue a la cepa del palo

El PSG salió decidido a darle la vuelta al marcador en la reanudación. Cavani mandó un balón a la madera y Di María lo probó cuando todavía no se habían cumplido los dos primeros minutos. El uruguayo y Neymar protagonizaron una cómica jugada, en la que ninguno de los dos logró batir al cancerbero local pese a intentarlo en varios intentos.

El Rennes amenaba a la contra pero las transiciones ya no hacían tanto daño. La insistencia del conjunto parisino, por fin, tuvo premio. Tremenda cabalgada de Meunier por banda derecha que culmina con un buen disparo cruzado. El tanto hacía justicia. Tras el gol, el PSG se dedicó a conservar el esfñerico e incluso pudo ampliar distancias gracias a un remate a bocajarro de Choupo-Moting en los últimos minutos del partido