Manuel Onwu, delantero de Osasuna

La última perla de Tajonar se inspira en Eto'o y Henry

"Tengo una zancada larga y la velocidad es mi punto fuerte", dice Manuel Onwu

Pep Costa

Disputó los últimos 23 minutos de la victoria de Osasuna ante el Athletic en el Reyno de Navarra (2-1) sustituyendo a Nino, el único delantero rojillo que no ha sufrido todavía el calvario de las lesiones, después de las bajas de Lekic, Kike Sola e Ibrahima. José Luis Mendilibar tiró de nuevo del filial para reforzar la punta de ataque e hizo debutar al quinto canterano en la Liga, séptimo esta temporada.

Se llama Manuel Onwu, tiene 24 años, es navarro nacido en Tudela aunque residente en Valtierra y es la referencia ofensiva de Osasuna Promesas, donde ya suma diez goles en esta campaña, solo superado por su compañero Roberto Torres. Del filial osasunista ha saltado al primer equipo, con el que debutó finalmente el pasado domingo después de haber sido convocado en dos ocasiones anteriores, ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu y en la vuelta de octavos de final de la Copa del Rey ante el Barcelona. Tras perderse también por sanción la convocatoria para Mallorca la pasada semana, Manu por fin se estrenó en Primera División y se quedó a un paso de debutar marcando como se tercia en todo buen goleador.

Un disparo lejano que se marchó fuera por poco y un uno contra uno que solventó `in extremis¿ Iraizoz en tiempo añadido le impidieron dar el golpe en su puesta de largo. El público del Sadar empezó a degustar una de las mayores virtudes de la última perla de Tajonar, su rapidez al contragolpe. “Me considero un delantero con mucho desmarque y mi punto fuerte es la velocidad. Tengo una zancada larga, pero trabajo todos los días para mejorar e intentar alcanzar el máximo nivel”, resume el tudelano sobre su estilo de juego en una de las escasas entrevistas en la red, dada la recomendación del míster a los jugadores del filial de no hablar con los medios.

Formado en el Tudelano, en Tercera División, previo paso por el Valtierrano, jugó en el Iruña y medio año en el Alzira, en Segunda B, antes de su consolidación en el Promesas, donde desde su 1,85 de altura también cuenta con el juego aéreo como una de sus especialidades. Manu acaba de llegar al circo del fútbol profesional, pero si hace valer sus cualidades e influencias seguro que llegará lejos. “Mi ídolo siempre ha sido Kluivert, pero los jugadores en que más me he fijado han sido Eto¿o y Henry”. Suerte.