Autor de "Futbolistas de izquierdas"

Quique Peinado: "Hay más 'Salvas' que 'Oleguers'"

Quique Peinado es el autor de "Futbolistas de izquierdas", libro recién publicado que narra las vivencias de futbolistas que, en algún momento, manifestaron su ideología progresista. Desde Vicente del Bosque hasta Oleguer Presas. De Sócrates a Lucarelli, entre otros

Quique Peinado, firmando un ejemplar de "Futbolistas de izquierdas"

Quique Peinado, firmando un ejemplar de "Futbolistas de izquierdas" / sport

Ricard López

- ¿Cómo surgió la idea de hacer este libro?

Hace unos años leí un relato de Enric González de su libro 'Historias del Calcio' en el que hablaba de Cristiano Lucarelli, un delantero del Livorno conocido por sus ideas de izquierdas. Me gustó muchísimo, y pensé que podían haber más historias como esa.

- ¿Fue muy complicado escribirlo?

Sí. Más que difícil, fue trabajoso, más de lo que me imaginaba. Que yo sepa, es el primer libro que se hace sobre esta temática en el mundo. No había mucha información. Y era difícil acceder a muchos jugadores, sobre todo por el idioma: suecos, turcos... Fui a las fuentes directas. Viajé. Así conocí a Lucarelli, por ejemplo.

- Hubo protagonistas que se negaron a dar su testimonio, como Valdano o Vicente del Bosque...

Pues llegué a pensar que aún tendría menos colaboración. Fueron pocos los que no quisieron hablar. Al final pude escribir más historias de las que esperaba. Normalmente, los futbolistas que se manifiestan políticamente no obtienen beneficios por ello, sino al contrario. A ningún futbolista le ha ido bien hablar de política. A no ser que quieran entrar en ella.

- Seguramente por eso tan pocos se 'mojan' en un momento tan complicado como el actual, ¿no?

Es que no lo necesitan. Y además, nadie les pregunta sobre política. En la prensa deportiva se suele hablar de lo que pasa en el campo, del árbitro... Los periodistas tenemos parte de culpa. Si no les preguntamos... Uno de los que sí lo hacen es José Ramón De la Morena, a quien cito alguna vez en el libro. Y le responden.

- ¿No echas en falta que se pronuncien más?

Ni Lucarelli, en la izquierda, ni Salva Ballesta, en la derecha, sacaron beneficios cuando se pronunciaron políticamente. Seguro que hay muchos Salva Ballesta escondidos en el fútbol español, y que no se manifiestan. Cuando se les pregunta a los jugadores, todos dicen tener gente cercana que no lo pasa bien. Si a Carles Puyol, por ejemplo, le preguntan de política, me cuesta creer que no responda. Hace poco hizo tuit a favor de 'Som Escola' (plataforma en defensa de la lengua catalana). Pero al final tuvo que decir que hablaba de cultura, no de política.

- Personas moderadas como Vicente Del Bosque se han expresado alguna vez a favor del 15-M, de la Ley de Memoria Histórica o contra los recortes en la Ley de Dependencia...

Del Bosque no quiso hablar en este libro. Pero cuando se le preguntó en su día sobre la independencia se mostró favorable al derecho a decidir. Incluso CiU llevó una pregunta al Congreso poniéndolo de ejemplo, y se armó cierto lío. Su padre estuvo en un campo de concentración, y su hijo padece síndrome de Down. Es normal que hable de la Ley de Memoria Histórica o de la Ley de Dependencia. Cuando dejó el Real Madrid, le preguntaron por sus ideas y se definió como progresista.

- Algunos han participado incluso en unas elecciones, como Oleguer Presas, que fue en los últimos puestos de la lista de la CUP (partido de la izquierda independentista catalana) en las últimas elecciones a la Generalitat. ¿Crees que sus ideas le perjudicaron hasta tener que dejar el Barça?

En mi opinión, Oleguer no tenía nivel para jugar en el Barça. Iker Sarriegi, de la Real Sociedad, me dijo que, en la Liga, sólo hubiera podido jugar en la Real. O en algún equipo catalán. Pero en otras partes igual hubiera tenido problemas con la afición. Y él prefirió irse fuera, al Ajax. Además, cuando un jugador habla de estos temas les dicen que son millonarios.

- ¿Crees que hay más 'Salvas' -como decías antes- que 'Oleguers', por ejemplo?

Si hablamos de Oleguer como futbolista antisistema o altermundista, con su discurso, entonces hay más 'Salvas' que 'Oleguers'. Lo que no me atrevería a decir es que haya más futbolistas de derechas que de izquierdas.

- ¿Por qué elegiste a Sócrates para la portada del libro?

Por mi admiración absoluta hacia él: estética, política y personal. La idea del montaje de Sócrates con la gorra del Che fue mía, yo siempre lo vi así. Además, la suya fue la historia más triste de este libro. Cuando lo empecé (en 2009), le envié un mail, pero no le llegaron las preguntas. Luego lo dejé. Y cuando retomé el libro, antes de mandárselas de nuevo, él se murió. Esa es la gran pena que llevó con este libro. Hubiera sido precioso hablar con él.

- Suya fue una frase: "El fútbol se da el lujo de permitir ganar al peor".

Y es verdad. En muy pocos deportes gana el peor. Era brillante. Leí textos y entrevistas suyas, vi documentales sobre la 'Democracia Corinthiana'... Para mí es el gran genio de la historia del fútbol, en la globalidad de su figura. Por cómo jugaba. No ha habido una selección mejor que la de Brasil en el Mundial '82. E intelectualmente, por su punto de rebeldía y su honestidad. En el Mundial '86, por ejemplo, criticó a la FIFA porque el arbitraje en el España-Brasil había perjudicado a España.

- Lucarelli dejó otra frase: "Yo no voto pensando en el bolsillo, sino en mi conciencia"

Es el viejo debate de que por tener dinero no se puede ser de izquierdas. Cae por su propio peso. Lucarelli tiene un sentido social de las cosas muy acentuado. La gente le iba a pedirle dinero a su casa, y él no podía decir que no. Lo pasó mal.

- ¿Qué historias del libro te impresionaron más, y por qué?

Todas las que tienen que ver con el Mundial '78, jugado en la Argentina de la dictadura de Videla. O la historia de Caszely, un hombre al que la dictadura de Pinochet maltrató: torturaron a su madre, y él se negó a darle la mano al dictador. Eso de poder estar frente a un asesino. Y cómo todas esas cosas llegan al fútbol. Y, por lo que respecta a las entrevistas, me impactaron las dos que le hice a Iker Sarriegi. Entre ambas, estuvo en la cárcel (por presunta colaboración con ETA). En la segunda, estaba pendiente de juicio. Conmigo fue siempre de frente a pesar de que teníamos posiciones absolutamente dispares en un montón de cosas. Entrevistas así no son habituales para un periodista deportivo.