Aguirre lidera la revolución de Leganés

Plantillas como la del Leganés y técnicos como Javier Aguirre engrandecen la liga española. Ejemplo de trabajo, de sacrificio, de pelear cada punto como si fuera el último, los futbolistas de la escuadra pepinera están realizando un esfuerzo admirable dentro de los recursos limitados de la entidad y se han plantado en la última jornada del campeonato con opciones de lograr la permanencia en Primera División. 

Nadie daba un céntimo por ellos. Las casas de apuestas pagaban una morterada por su salvación en la jornada 32, a nueve puntos del Celta de Vigo. Pero Aguirre nunca se rindió. Su mensaje, incluso tras el 0-3 encajado ante el Sevilla continuó emanando positivismo, ese que sólo el mexicano enfatiza con su lenguaje directo. El técnico prometió lucha y más lucha hasta la extenuación y eso les ha valido para llegar a la última jornada a una unidad de los celestes. 

A los pepineros sólo les vale ganar al Real Madrid, que llegará a Butarque resacoso y condescendiente con su vecino del sur, y esperar a que el Celta se deje puntos en Cornellà ante un Espanyol que encadena ocho derrotas seguidas y querrá despedirse de Primera con una mínima alegría en el cuerpo. 

Cambio de chip

La mejoría defensiva, cuatro encuentros sin encajar Pichu Cuéllar, es una de las claves de este brillante final de campeonato. El gol de Jonathan Silva ante el Espanyol, rival directo, fue un espaldarazo anímico. Desde entonces, diez de doce y triunfos de mérito ante Athletic o Valencia. 

El Leganés, todo el año en descenso salvo en la primera jornada, ha sabido adaptarse muy bien a la falta de gol tras la marcha de Braithwaite y En-Nesyri y la lesión de Óscar. Pase lo que pase, la afición debería estar orgullosa de sus jabatos.