Victoria Pavón: "La mujer tiene mucho futuro a todos los niveles en el fútbol"

María Victoria Pavón, presidenta del Leganés

María Victoria Pavón, presidenta del Leganés / CD Leganés

Miki Soria

Miki Soria

El próximo mes de julio se cumplirán diez años de la llegada de María Victoria Pavón (Madrid, 14/11/1959) a la presidencia del Leganés. El humilde club madrileño deambulaba en tierra de nadie en Segunda División B, acuciado por las deudas y sin una masa social abundante. Nada que ver con lo que es el Leganés hoy en día: un club asentado en Primera División –cumple su tercera temporada en la élite-, alejado de la zona complicada de la tabla y con un arraigo importante en la localidad madrileña, orgullosa de codearse con los más grandes. Todo eso bajo el liderazgo de una de las dos únicas presidentas del fútbol profesional español -junto con Amaia Gorostiza (Eibar)-, algo con lo que la protagonista de nuestra entrevista está acostumbrada a lidiar.

Este 8 de marzo se celebra el día de la mujer trabajadora. ¿Somos muy pesados preguntándole siempre sobre el tema?

En absoluto. En cierta manera ya me he acostumbrado, porque desde que estoy aquí siempre me han hecho entrevistas por el día de la mujer.

¿Cuántas horas dedica al día al Leganés?

Depende de la semana, de lo que tengamos. Las hay más estresantes y otras más calmadas. La verdad es que no me gusta demasiado el trabajo de oficina y desde que me levanto voy respondiendo correos, haciendo llamadas y atendiendo asuntos para tenerlo todo hecho cuando llego al estadio. Me reúno, veo el entrenamiento… pero no me gusta estar demasiado sentada en una oficina.

¿Da tiempo a desconectar? ¿Cómo es Victoria Pavón cuando no ejerce de presidenta?

La verdad es que no me da demasiado tiempo a desconectar, porque entre el club, la vida personal y que también tengo una sociedad ajena al fútbol no me queda mucho tiempo más (ríe). ¿Cómo soy? Pues una persona muy normal. Una más que lleva toda la vida en Leganés: ando mucho por un parque que tengo al lado de casa, leo, salgo a tomar algo, escucho música… como cualquier persona.

Cumplirá 10 años en el cargo en breve y si nos pusiéramos a hablar de lo que ha cambiado el club en todo este tiempo, podríamos estar horas y horas hablando…

Pues sí, porque no tiene nada que ver. Cuando cogimos el CD Leganés estaba en un momento de bajón, malo. Iba muy poca gente a los partidos, estábamos en Segunda B, en tierra de nadie... y trabajamos mucho, aportando todo lo que se nos ocurría para acercar el club a la ciudad, a la gente y que el club creciera. Ahora no tiene nada que ver. Hemos vivido un ascenso a Segunda, a Primera, han mejorado las instalaciones, el estadio… La verdad es que ha sido muy satisfactorio y si ha habido algo malo, ni se recuerda ya. Ha merecido muchísimo la pena.

¿De qué está más orgullosa?

De ver la alegría de toda la ciudad de Leganés. De ver toda la gente y los niños decir que son del ‘Lega’. Que los bares cuelguen carteles anunciando que retransmiten los partidos y que la gente se reúna para verlo. De ese ambiente, de las camisetas por las calles…

"El Leganés ha sido un círculo muy familiar que ha ido creciendo poco a poco"

¿Quizá es el club más familiar de Primera?

Es que en cierta manera empezamos todos juntos. Cuando cogimos el club la economía estaba muy mal y vino mucha gente voluntaria. Muchos que hoy en día siguen trabajando en el club, gente con el mismo compromiso o más que nosotros. Y pasa lo mismo con la afición, con la que te encontrabas allí donde ibas. Ha sido un círculo muy familiar que ha ido creciendo poco a poco y quizá sí que mantiene esas señas de identidad.

Una seña de identidad del Leganés en los últimos años ha sido la paciencia, quizá uno de los pecados más comunes en los clubes que están en la élite

Bueno, eso es algo que hemos aprendido con los años. En los inicios el ansia de querer subir a Segunda nos llevó a cambiar varias veces de entrenador y aprendimos que eso no nos conducía a nada, que si has puesto el proyecto en manos de una persona has de confiar y darle tiempo. El año que subimos con Asier Garitano, por ejemplo, no empezamos muy boyantes, pero se tuvo paciencia, se dejó trabajar y nos acabó yendo bien.

¿En qué más cree que ha cambiado con los años?

Lógicamente aprendes mucho sobre la marcha. A mí me costaba mucho enfrentarme a los medios cuando empecé. El trabajo y el día a día no me asustaban, pero no sabía cómo era estar delante de los medios. Soy una persona tímida y eso me costaba. Ahora algo he prosperado creo (ríe). Al final, tienes que ser tu mismo: una persona cercana y creo que lo sigo siendo ahora, que no he cambiado demasiado.

¿Siente que su etapa está cerca de acabar?

A veces pienso que llegará un día que será el último, que lógicamente no estaré toda la vida aquí y tendré que dejar paso a otras personas, pero no es algo en lo que tenga tiempo a pensar en el día a día. Aquí también la situación es diferente porque es un club más familiar que el resto, en el que también somos los máximos accionistas…  pero la verdad es que estoy disfrutando muchísimo de todo lo que hemos vivido, algo impensable hace años.

"No tengo motivos para quejarme ni sería justo que lo hiciera. No me he sentido diferente por ser mujer"

¿Cree que por el hecho de ser mujer has tenido más problemas que un hombre? ¿O quizá antes más que ahora?

La verdad es que al inicio llamaba más la atención el hecho de que hubiera una mujer al frente de un equipo de fútbol. Solo estaba Mª Teresa Rivero y te entrevistaban solo por eso. Te preguntaban qué hacía una mujer en la presidencia de un club y cosas de esas. Pero en Leganés nunca he tenido problemas. Me animaron para que fuera yo la presidenta y me acogieron muy bien desde el principio. Sí que pudo haber algún comentario al principio por el hecho de que mi marido es el máximo accionista y alguno pudiera pensar que me había colocado ahí y estaba de adorno, pero bueno, algún pequeño matiz. Sinceramente, no tengo motivos para quejarme y no sería justo que lo hiciera. No me he sentido diferente por ser mujer.

¿Nota que cada vez hay menos comentarios y comportamientos machistas?

A veces digo que si hubiera sido un hombre quizá todo hubiera sido un poco más difícil. Las cosas han ido muy bien en el club y realmente han sido pocas las quejas todos estos años, pero si fuera un hombre, quizá la gente se hubiera atrevido más y hubiera sido más crítica. Al ser una mujer, por lo que he vivido, creo que en algunas cosas se han suavizado las cosas. Afortunadamente hoy en día la sociedad ha cambiado y la gente sabe que tiene que tener mucho cuidado con según qué comentarios.

¿Cómo ve el crecimiento del papel de la mujer en el fútbol?

Creo que si no falta el apoyo y las instituciones no flojean esto es el principio de algo que se acabará asentando. La sociedad se ha dado cuenta de que la mujer a nivel deportivo ha conseguido muchas cosas –éxitos en competiciones internacionales, Juegos Olímpicos…- y eso acabará llegando también a los clubes. Es cuestión de tiempo. Nuestras madres y abuelas lo han vivido de manera muy diferente. Era otra generación y era más secundario para ellas. Quizá por eso es más normal que haya pocas mujeres directivas. Ahora la sociedad ha cambiado y la mujer lo vive de otra manera. Igual sí que con el tiempo, todas estas chicas que están ahora en la élite serán las presidentas de las asociaciones, de los clubes… la mujer tiene mucho futuro a todos los niveles en el fútbol.

¿Ha notado ese crecimiento también en la afición?

Sí. De hecho, notamos que a nivel de afición hemos llegado a un punto en el que quizá las niñas están hasta más interesadas incluso. Ya ha llegado la igualdad a eso. Nosotros creamos la escuela femenina hace tres años y este año ya tenemos equipos en todas las categorías. Poco a poco iremos a más y al final todas esas niñas que lo practican serán el futuro del fútbol.