Rodrigo bien vale un puesto de Champions

Sergi Montes

El Valencia de Marcelino hizo gala de sus mejores armas y aprovechó una exhibición de principio a fin de Rodrigo para dejar sentenciada la cuarta plaza. La pugna entre candidatos a Champions League solo tuvo un color, el valencianista, y el Sevilla viajará a Manchester tocado y cabizbajo.

Marcelino sorprendió de inicio, apostando en el costado derecho por Paulista y Coquelin para perder en profundidad y ganar en solidez. El primer cuarto de hora fue del gusto de los entrenadores, con todas las situaciones controladas y sin peligro en las áreas.

El primero que avisó fue Nolito con una volea a media altura que atajó Neto sin problemas. Y con el tiro del sanluqueño pareció animarse el Sevilla. Muriel y Vázquez se asociaron a las mil maravillas por la izquierda y el delantero colombiano a punto estuvo de culminar la acción. Sin embargo, la sobriedad del Valencia no solo frenaría al Sevilla sino que fue el equipo ché el que golpeó primero. Escudero midió mal un balón en largo de Kondogbia para Rodrigo, que se metió en el área con un control de manual para definir a la perfección ante Sergio Rico.

Los hispalenses, no obstante, pudieron empatar poco después en un remate de Sarabia al que respondió Neto de manera felina. Los hombres de Montella fiaban su ataque a un ‘Mudo’ Vázquez muy protagonista y redoblaron en intensidad. Muriel llevó su zurriagazo al larguero en unos minutos de desconcierto por un par de decisiones del colegiado.

El Sevilla salió amenazante tras el asueto y solo la tarde inspirada de Neto evitó el empate. Los de Marcelino, que no cerraban sus filas con el mismo acierto, sí eran capaces de contragolpear con velocidad gracias a Rodrigo. Lo cierto es que el equipo andaluz seguía necesitando de mucha creatividad para generar peligro, mientras que los valencianistas ponían en aprietos a Rico con muy poco. Al contragolpe, y con el paso de los minutos, el Valencia castigaba reiteradamente al Sevilla siempre con Rodrigo como estilete, sin duda un peldaño por encima del resto.

Fruto de esa circunstancia, Kondogbia se zafó de tres rivales en la media y metió un pase filtrado para un Rodrigo que volvió a definir con maestría ante Rico. El gol supuso la sentencia de un partido con todas las cartas ya marcadas.