La RFEF aplaza hasta el miércoles la firma del convenio con la Liga

Luis Rubiales, presidente de la RFEF

Luis Rubiales, presidente de la RFEF / AFP

Ramón Fuentes

El pasado domingo os contamos en SPORT la reunión que estaba prevista para ayer lunes a las 18:30h en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD). Reunión donde podría resolverse uno de los asuntos más complejos de la relación Liga y RFEF: la firma del borrador del convenio que regule al fútbol profesional.

Esa cita se ha retrasado hasta mañana miércoles 3 de julio a las 19:00h en la sede del Consejo Superior de Deportes ya que, ayer mismo, la Federación Española de Fútbol comunicaba tanto a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) como al propio CSD que le era imposible llevar a cabo la reunión prevista para el lunes. Ahora mismo, el fútbol español está carente de convenio dado que el anterior expiraba el pasado 30 de junio.

Esta situación de urgencia sólo debería permanecer hasta mañana miércoles. Porque, como os hemos contado en SPORT; todo indica que será finalmente mañana 3 de julio cuando se produzca la firma del convenio entre la patronal y el estamento federativo. Más después de la reunión celebrada el pasado martes 26 de junio donde se dio un gran paso al solucionar uno de los conflictos de la negociación: los modelos de Copa y Supercopa de España aprobados por la RFEF y a los que se oponía tajantemente hasta ahora la patronal, hasta el punto de denunciarlo ante la justicia ordinaria.

Finalmente retiraron la denuncia, y este hecho significa la implantación del nuevo formato de Copa del Rey a partido único salvo en semifinales y el modelo de “Final Four” de Supercopa de España.

La firma del convenio y las competencias

Salvo sorpresa mayúscula, algo que no descarta ninguna de las partes por el grado de fricción entre ambos organismos, será mañana miércoles cuando se firme el convenio en el que quedan plasmadas las competencias que desarrollan entre ambas partes.

Un apartado importante es el relativo a las capacidades que se le atribuyen a la LFP y que tantos problemas ha generado en lo que respecta a las competencias sobre el “naming” de competición o el balón. En lo que respecta al balón nada cambia y se mantiene prácticamente la redacción actual. Si bien la Liga incrementa de forma notable las cantidades que abona a la RFEF en esta materia.

En este convenio quedan reguladas otras cuestiones como la primera licencia profesional, normas de inscripción de los jugadores en la competición, liberación de los jugadores para jugar con sus selecciones, etc. De ahí la importancia de que esté vigente desde lo antes posible dado que este lunes arranca oficialmente el mercado estival.

Así pues el partido de viernes y lunes sería el único punto a resolver entre ambas partes pero se negociará fuera del documento que se firme.

En el convenio actual, se recoge que la RFEF “autoriza la disputa de encuentros correspondientes al campeonato de Primera y Segunda división el viernes anterior y/o lunes posterior a cada jornada”, concesión por la cual la Liga le ha abonado los últimos años una cantidad cercana a los cuatro millones de euros.

Ahora, la RFEF solicita por esta concesión cantidades que se aproximan a los 30 millones de euros anuales. Algo que desde la Liga, de momento, no están dispuestos a aceptar. Porque la patronal entiende que no están en el mismo escenario que en agosto del 2014, cuando se firmó el convenio anterior.

El Real Decreto de venta centralizada de abril del 2015 implica dos cosas. Por un lado que la RFEF ya percibe a través del mismo unas cantidades destinadas al futbol modesto y donde iría incluido este partido del lunes. Y segundo porque, considerando la negociación actual, la liga también estima que la RFEF no puso reparo alguno a que el partido de lunes o viernes esté recogido en el acuerdo que la patronal ha llegado con los operadores de televisión para las próximas temporadas, tanto a nivel nacional como internacional.

Así pues, lo normal es que por fin veamos este lunes el momento que llevamos meses esperando con el acuerdo entre dos organismos totalmente opuestos. Cierto es que no se puede descartar que cualquier elemento pueda romper el acuerdo a última hora.